La incineración fue autorizada por la familia el jueves, tras realizarse las últimas pruebas al cuerpo en el Instituto Anatómico Forense de Huelva.
La incineración se llevó a cabo en la más estricta intimidad de la familia, que posteriormente se llevó las cenizas a Zamora, después de disponer de ellas a primera hora de la noche.
Tras las gestiones de la familia se pudo realizar la despedida a la joven, 17 días después del hallazgo de su cuerpo en el paraje Las Mimbreras, a varios kilómetros de distancia de El Campillo, localidad en la que desapareció, y donde fue asesinada, presuntamente, por Bernardo Montoya, su asesino confeso.