En un comunicado, la policía catalana ha explicado que los detenidos, cinco mujeres y un hombre, captaban a estas personas principalmente en comedores sociales y les obligaban a hacer la limpieza de sus casas, les maltrataban y solamente les daban un bocadillo al día.
La investigación arrancó en noviembre de 2017 y concluyó con la detención de los seis presuntos explotadores en una operación el martes 10 de julio, cuando se hicieron dos registros domiciliarios en Badalona y Sabadell (Barcelona). En la operación liberaron a una mujer discapacitada que denunció maltrato físico e incluso un intento de abuso sexual por parte del hombre del clan, y también se descubrieron otras dos víctimas gracias a la documentación intervenida.
Los arrestados, de entre 19 y 54 años, pasaron a disposición judicial el 12 de julio, y el juez acordó el ingreso en prisión para uno de los integrantes, mientras que otro ya había ingresado en prisión durante la investigación por causas penales anteriores, y el resto quedó en libertad con cargos. La mujer rescatada ha sido acogida por un servicio barcelonés para tratar a las víctimas de tráfico de seres humanos, y la investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.