La organización habría traficado con unas 1.200 personas a las cuales facilitaba la llegada a España vía aérea, quienes una vez en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas solicitaban Protección Internacional como vía para tener acceso a territorio Schengen.
El operativo, que continúa abierto a la espera de más detenciones, se ha saldado con la detención de cinco personas en Madrid y cuatro en Francia, seis de los cuales ya han ingresado en prisión. La red cobraba unos 8.000 euros por persona, por lo que desde enero de 2018 los beneficios derivados de esta práctica delictiva asciende a más de 9 millones de euros.
Desde enero del presente año los agentes habían observado un incremento de solicitantes de Protección Internacional de ciudadanos palestinos. Tras las labores investigativas, observaron que detrás de estas solicitudes con las que obtenían acceso al territorio nacional no existía intención real de continuar con el expediente administrativo, sino que lo que había era una red especializada en el tráfico de personas de origen palestino que procedían de Oriente Medio con destino hacía Europa.
Estas personas llegaban a España vía aérea utilizando un documento de viaje como refugiados de Líbano. La forma de proceder, siempre bajo el asesoramiento y directrices de la red, era la siguiente: se establecía una ruta de inicio -Líbano, Etiopía, Brasil y Bolivia- mediante el título de viaje expedido por Líbano para los refugiados palestinos asentados en dicho país.
Este documento se acompañaba de un visado turístico para Bolivia, de manera que cuando los inmigrantes realizaban la vuelta de lo que era un supuesto viaje turístico, realizaban un tránsito ficticio en España y solicitaban Protección Internacional.
Para dar salida a los ciudadanos palestinos desde el Líbano, los agentes de policía han investigado la conexión de la organización con partícipes residentes en dicho país, quienes organizaban el viaje hasta Latinoamérica, así como la vuelta a España con las instrucciones precisas para la solicitud de asilo y el contacto con la red ubicada en Madrid.
En una segunda ejecución se producían los traslados, no obstante había que esperar que la solicitud de Protección Internacional fuera admitida a trámite. Era entonces cuando se producían los traslados con destino a Bélgica y Alemania en vehículos de tipo monovolumen, realizando en Burdeos (Francia) un cambio de vehículo y conductor.
La infraestructura de la organización estaba repartida entre España y Francia, para el alojamiento de los refugiados así como para los cambios de vehículos y conductores. Concretamente, contaban con once vehículos de esas características.
Las investigaciones han revelado que partían de la ciudad francesa de Ammiens, donde estaba situada la base principal de operaciones. El líder de la organización, detenido en España, coordinaba todas las gestiones entre la llegada de los ciudadanos palestinos al aeropuerto madrileño y su traslado al destino final.
Para establecer un control más exhaustivo, a partir de 1 de noviembre del presente año España exige ya un visado de tránsito aeroportuario para transitar por las zonas internacionales de los aeropuertos situados en territorio español a los titulares de documentos de viaje para refugiados palestinos expedidos por autoridades libanesas.
En el operativo, se han realizado tres entradas y registros en domicilios controlados por el entramado delictivo (dos en Francia y uno en Madrid), en los cuales se ha intervenido dinero en efectivo (10.000 euros y 8.000 dólares), siete vehículos, dispositivos de almacenamiento masivo de información y diversa documentación, entre ellas una agenda en la que aparecen recogidas anotaciones con identidad y precio relativo al tráfico de 475 personas.