Este año diremos adiós a las etiquetas de la ITV colocadas en el parabrisas de los coches, como una medida más que la Dirección General de Tráfico pone en marcha en busca de la digitalización.
Gracias a esta pegatina los agentes de tráfico sabían si un vehículo o motocicleta tenía la ITV (Inspección Técnica de Vehículos) en vigor, un sistema que lleva en nuestras vidas desde hace tres décadas.
La DGT busca así adaptarse a los nuevos tiempos, agilizar los procedimientos administrativos y la eficiencias de las autoridades en las carreteras cuando detienen a los conductores para comprobar si llevan toda la documentación en regla.
Nueva aplicación
Como sustituta de la pegatina, la DGT va a impulsar una nueva aplicación o sistema electrónico mediante el que las autoridades y los conductores pueden saber cuál es el estado de la ITV de los vehículos y toda la información relevante.
Otra de las ventajas que se plantean, es que de esta manera se reducirá el coste de la producción y distribución, además del impacto medioambiental que conlleva.
No obstante, hay algunos usuarios que se muestran preocupados por su seguridad, ya que cualquier mínimo fallo en esta aplicación podría exponer públicamente información confidencial y personal de los conductores. Incluso, se podría llegar a dar el caso de que la identidad digital de algún propietario sea suplantada o robada. Por ello, la Dirección General de Tráfico debe asegurarse de que su sistema de seguridad esté preparado para poder actuar en el caso de de recibir cualquier ataque.