Cambio de hora hoy: a qué hora se cambia el reloj y por qué en octubre

Hoy, en la madrugada del sábado 24 de octubre al domingo 25, los relojes se atrasan una hora. De esta forma, a las 3.00 serán las 2.00 en toda España. De esta forma entramos en el llamado horario de invierno, que se adapta para poder disfrutar de más horas de luz solar al día, y de esta forma, ahorrar costes y armonizar la vida de los ciudadanos con las horas de sol que tenemos.

¿Por qué se cambia la hora en octubre?

En España se produce un cambio de hora en octubre y otro en marzo desde 1974, cuando se produjo la primera gran crisis del petróleo y los países del entorno europeo decidieron adelantar los relojes para poder aprovechar mejor las horas de sol.

En 1981 se convirtió en una directiva de la Unión Europea, por lo que el cambio de hora ha sido un estándar europeo hasta que, tras la petición de varios estudios y una consulta popular, el Parlamento Europeo decidió poner fin al cambio de hora y pidió a los estados miembros que antes de 2021 fijaran un horario definitivo, eligiendo entre el de verano y el de invierno.

¿Cuándo será el próximo cambio de hora?

De momento, hasta 2021 seguiremos cambiando el horario, por lo que el último fin de semana de marzo volveremos a mover los relojes para adaptarnos al horario de verano.

Ahora, España debe decidir antes de esa fecha con cuál de los dos horarios se queda definitivamente, ya que si nuestro país decide quedarse con el horario de verano, el preferido por los españoles según el CIS, el último cambio de hora se produciría en marzo de 2021, mientras que si por el contrario, finalmente el elegido es el horario de invierno, como recomiendan los expertos, el año que viene volveríamos a tener dos cambios de hora, en marzo y en octubre.

¿Qué efectos tiene en nuestra salud?

Aunque a primera vista, dormir una hora más en la madrugada del sábado al domingo puede parecer beneficioso, mover el reloj acarrea una serie de consecuencias. Lo que denominamos "reloj biológico" debe adaptarse al nuevo horario, lo que le supone a nuestro organismo realizar un esfuerzo extra. Esta especie de jet lag puede provocar que nos despertemos antes y que durante la jornada del domingo sintamos la necesidad de irnos antes a la cama. Esto puede provocar en nosotros irritabilidad, cansancio o insomnio.

Afortunadamente, los síntomas pueden desaparecer en un solo día o incluso no padecerlos si adaptamos al cuerpo a los nuevos horarios, por ejemplo, atrasando un poco las comidas y la hora de irnos a la cama. Cuanto más ordenados sean nuestros horarios de comida y descanso, menos notaremos estos efectos negativos.

Por otro lado, el hecho de que amanezca antes y por tanto disfrutemos de más luz durante la mañana es beneficioso para el organismo, ya que nos ayuda a empezar la jornada, pues activa una glándula en el cerebro que activa funciones como el movimiento o la atención.