El buque tiene prevista su llegada a Algeciras este viernes, menos de cinco meses después de su anterior desembarco, que tuvo lugar el pasado 9 de agosto con 87 inmigrantes, 12 de ellos menores.
El Gobierno, que autorizó este nuevo desembarco en el puerto de Algeciras, no ha especificado si finalmente lo hará en la propia dársena algecireña o en las instalaciones de Crinavis, en San Roque, donde se habilitó en agosto el Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE), que es el destino final de los rescatados.
Fuentes policiales y de Cruz Roja han explicado a Efe que el dispositivo previsto para la llegada del Open Arms es similar al que se habilita durante los meses de verano, cuando la llegada de inmigrantes procedentes de pateras rescatadas en el estrecho de Gibraltar se intensifica.
El CATE se San Roque dispone de 474 camas y es ampliable hasta 600, por lo que tiene capacidad para atender a los inmigrantes de origen subsahariano que llegan en el Open Arms.
De hecho, desde su puesta en marcha en agosto, el CATE de Crinavis ha atendido a inmigrantes subsaharianos, ya que los de origen magrebí, debido a los acuerdos para ser repatriados en la mayoría de los casos, llegaban al puerto de Algeciras, desde donde eran devueltos a sus países.
Precisamente la llegada del propio Open Arms los primeros días de agosto coincidió con la puesta en marcha del CATE en las instalaciones sanroqueñas de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA).
Así, desde Cruz Roja han explicado que el dispositivo será similar al que se habilita en verano, cuando ha habido días con llegadas más numerosas que en este caso.
Por su parte, la Policía Nacional prevé incluso la llegada de unidades de fuera de la provincia de Cádiz para los trámites relacionados con Extranjería y con la identificación de los inmigrantes.
La decisión ha provocado las críticas del Sindicato Unificado de Policía (SUP), que en un comunicado ha criticado el "desprecio" a los policías de Algeciras, ante la falta de información oficial a la Comisaría de esta localidad.
El sindicato lamenta que la Policía Nacional en el Campo de Gibraltar carece de "los medios de protección adecuados" y que sus agentes tuvieron que "renunciar a sus vacaciones" en verano ante la "avalancha" de inmigrantes y ahora en estas fiestas tendrán que volver a hacerlo.
Se prevé, además, que muchos de ellos soliciten asilo político o la condición de refugiados, por lo que será importante el papel de las ONG que auxilian a los extranjeros en estos trámites y en su posterior acogida.
En lo que respecta a los menores, la Junta de Andalucía, que gestiona los centros de acogida, no ha previsto un plan especial hasta conocer cuántos de los que viajan a bordo son menores no acompañados.
Por otra parte, a las críticas realizadas por el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, al Gobierno de Pedro Sánchez por su decisión de ofrecer este destino al Open Arms se ha sumado hoy en una nota el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Luis Angel Fernández.
"Nadie nos puede dar lecciones de solidaridad con los inmigrantes, pero ni Algeciras ni el resto de las poblaciones de nuestra comarca pueden convertirse en el lugar predilecto del Gobierno del señor Sánchez para llevar a cabo este tipo de operaciones", ha manifestado.
"En el Campo de Gibraltar recalan todas las semanas más inmigrantes en pateras de los que trae el Open Arms, inmigrantes de los que se olvida el Gobierno de Pedro Sánchez, creando un problema y un gasto adicional a los ayuntamientos de la comarca".