En 2024 se cumplen 11 años del asesinato de Asunta Basterra, uno de los casos más mediáticos de nuestro país. La menor fue encontrado muerta en una pista forestal próxima a una casa propiedad de su madre adoptiva, Rosario Porto, quien fue acusada por su muerte y hallada ahorcada en su celda años después.
Según el jurado, los padres de la pequeña perpetraron el crimen mediante una asfixia mecánica para luego trasladarla a una pista escondida a pocos más de un kilómetro. Allí apareció el cuerpo y dio origen a un caso que entró en meses frenéticos y que acabó con la detención de sus padres adoptivos.
Su padre, Alfonso Basterra, sigue manteniendo su inocencia desde prisión. En el momento de la declaración, las incongruencias durante sus explicaciones no convencieron ni al juez ni al jurado, que por unanimidad declaró a los progenitores culpables de la uerte violenta de Asunta.
La carta de Alfonso Basterra desde la cárcel
Con el reciente estreno de la docuserie del caso Asunta en Netflix, se ha recordado una carta que el propio Basterra envió a Ramón Campos, director del mismo y también del documental de Atresplayer 'Lo que la verdad esconde: el caso Asunta'. Según se desprende del texto, Basterra mantiene su inocencia y sostiene que soporta "rabia" e "ira" hacia las autoridades y hacia "la persona que acabó con la vida" de la niña.
"Tras mucho pensar, he entendido que el perdón es mi camino. La única forma posible de mantenerme en mi camino y sortear este gran reto que el destino me ha puesto", asegura Basterra, que también insiste en que las autoridades han estado "equivocados totalmente, pero sin ánimo alguno de condenar por condenar".
Además, Basterra pide sentarse con todos ellos dentro de seis años, el tiempo en el que obtendrá el tercer grado, y comenta que nunca les exigirá el perdón: "Seré yo quien les ofrezca mis disculpas por tan terribles pensamientos surgidos de una locura inimaginable que no deseo a nadie. Y por la misma razón haré lo propio con el asesino o asesina de mi niña, porque ahora sí, estoy convencido de que su acción fue fruto de esa locura".
En el texto, Basterra asegura que tiene la intención de "desaparecer" y de que nadie sepa de él una vez que recupere su libertad. "Solo tengo una razón para seguir con vida, que no es otra que volver a ser un hombre libre y reunirme con mi niña, nunca antes. De hecho ya tengo pensado el cómo y el dónde, tan solo me falta el cuándo, pero todo llega", sostiene en el escrito.
Por último, concluye que su "verdadera condena" es "no haber podido socorrer a Asunta" cuando más le necesitó: "Eso es algo que nunca me podré perdonar. Así que cuando conozcan mi fallecimiento le ruego que descorche una botella de cava y brinde con los suyos, solo en ese momento comprenderá que he recuperado mi felicidad. Mi niña me necesita y yo a ella".