Los jóvenes que tienen trabajo, apenas uno de cada tres, deberían cobrar cuatro veces más de lo que cobran para poder solicitar una hipoteca. Si optaran por el alquiler, tendrían que dedicarle el 70% del sueldo, y es que mientras que en el mercado inmobiliario los precios comienzan a repuntar, los salarios de los jóvenes se han recortado casi un 4% en el último año y más del 90% de las nuevas contrataciones han sido de carácter temporal.
Según el sociólogo y autor del informe, Joffre López, la conclusión es que los menores de 30 años todavía no perciben, ni de lejos, la salida de la crisis.
Por esta razón, el Consejo de la Juventud ha reclamado que se penalice la precariedad, que se deroguen las dos últimas reformas laborales y que se cumpla la subida del Salario Mínimo Interprofesional que aprobó el Gobierno, entre otras medidas.