Desde hace varias semanas la joven polaca de 21 años, Julia Faustyna, se ha convertido famosa mundialmente gracias a la cuenta de Instagramque se abrió para explicar y aportar pruebas que podrían demostrar que era la pequeña Madeleine McCann, desaparecida en mayo de 2007 mientras estaba de vacaciones con su familia en el Algarve, Portugal.
A raíz de que se viralizará tras contar su vida, la joven pidió que se le realizaran pruebas de ADN para que pudieran confirmar su origen.
Su propia familia ha cargado contra ella porque aseguran que tiene graves problemas y que, en realidad ella no es Madeleine, pero sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de ser famosa.
Actualmente Faustyna se encuentra viviendo en California, Estados Unidos, con la investigadora privada, Fia Johansson, que está trabajando junto a la policía estadounidense en casos de personas desaparecidas.
Nuevo informe médico
Los informes médicos han revelado que siendo una niña, Julia Faustyna, habría sufrido una fractura de cráneo cuando era niña, según ha informado Irishmirror.
Todo ocurrió a causa de un accidente que tuvo la joven cuando tenía tan solo ocho años y según reflejan unos registros médicos de un hospital polaco. Tras el accidente Julia no pudo hablar ni caminar durante más de un año y fue sometida a una operación de urgencia para reducir la inflamación cerebral.
Por eso, Fia Johansson ha pedido a Julia que revele sus historiales médicos para poder mostrar y argumentar que sí que podría tratarse de la niña desaparecida.
Las pruebas que aporta Julia Faustyna
Por el momento, la joven de 21 años solo ha mostrado pruebas superficiales que se pueden ver en su físico, como la mancha en el ojo comparándola con la de la pequeña Madeleine McCann, otra peca en la pierna y el supuesto parecido físico que puede tener con Kate y Gerry McCann.
Johansson ha confirmado que Julia ya se ha sometido a pruebas de ADN y de sangre que dictaminarán cuál es su identidad.