La Audiencia Nacional abrió una investigación judicial contra ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones después de que propinase un beso a la futbolista Jennifer Hermoso durante la celebración de la victoria en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Este martes la jugadora ha ratificado en la Audiencia Nacional que el beso de Rubiales fue totalmente inesperado y en ningún momento consentido. Con estas declaraciones ante el juez Francisco de Jorge confirma lo que ya declaró ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, antes de que se incoasen diligencias.
Además, asegura que después de este hecho, tanto en el vuelo de vuelta a España como en su estancia en Ibiza, sufrió un atosigamiento constante por parte de los investigados que alteró su vida normal. Todo ello le produjo una situación de desasosiego y tristeza.
La jugadora ha declarado como testigo ante el Juzgado Central de Instrucción Número 1, a donde ha llegado acompañada de su abogado Ángel Chavarría, de su representante y de otro abogado que ejerce la acusación en esta investigación.
Hermoso ha accedido al interior del tribunal sin hacer declaraciones a la prensa que se había en las inmediaciones para seguir uno de los casos más mediáticos de los últimos meses.
El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1, Francisco de Jorge, citó inicialmente a la futbolista para que declarase como testigo el pasado 28 de noviembre, pero dos defensas -entre ellas las del propio Rubiales- solicitaron su aplazamiento al coincidirles con otros procesos judiciales.
Hermoso no se sintió respetada
Cabe recordar que Hermoso ya declaró ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durantez, antes de que se llevasen a cabo las diligencias. Entonces, la jugadora defendió que no se sintió respetada. "Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice para encontrarme con esa situación", desveló.
En la declaración ante Fiscalía, revelada por Telecinco, la jugadora de fútbol narró el momento en el que recibió el beso después de que España ganara el Mundial femenino. Según su relato, se abrazó con Rubiales y afirmó: "La que hemos liado".
Durante la celebración, "me vi con el beso en la boca y ya directamente me bajé a la tarima con mis compañeras", rememoró Hermoso a preguntas de la fiscal. "Ni me lo esperaba", añadió la deportista.
"En ningún momento me podía esperar que pasara al final algo así (...) En una persona de confianza creo que nadie se esperaría que iba a usar ese momento para hacer algo así, por muy espontáneo que fuera", reprochó Hermoso, que también explicó que cuando bajó de la tarima contó lo sucedido con Rubiales a sus compañeras de equipo Alexia Putellas e Irene Paredes.
Rubiales defiende que era una muestra de afecto consentida
Por su parte, Luis Rubiales defendió ante el juez que el beso a Jenni Hermoso fue una "muestra de afecto" que se produjo de forma "natural", a la luz de "millones de ojos" y que fue "con consentimiento".
Ante las preguntas del abogado de la futbolista, el investigado aseguró que preguntó a la jugadora antes de darle el beso y, por tanto, fue consentido.
"Si le pregunté antes ¿cómo no le voy a respetar?", respondió a la pregunta de si consideraba que había respetado a la jugadora al besarla en la boca, para luego apuntar que Hermoso tras ese episodio "se fue muerta de risa" y dándole "dos cachetes en el costado".
