El término de gaslighting o hacer un Luz de gas es una forma de manipulación psicológica en la cual una persona busca hacer que otra dude de su percepción de la realidad, sus recuerdos o su cordura. El término proviene de la obra de teatro y película Gaslight (1938 y 1944), donde un esposo manipula a su esposa para que crea que está perdiendo la razón, haciendo cosas como atenuar las luces de gas y luego negar que lo hizo.
El objetivo último de realizar gaslighting es ejercer control y poder sobre la otra persona. Al hacer que la víctima dude de sí misma, el manipulador logra que esta dependa emocionalmente de él y que le sea más difícil defenderse o tomar decisiones por sí sola. Generalmente, implica comentarios y comportamientos que erosionan la confianza de la víctima en su juicio o memoria. Algunos ejemplos comunes incluyen:
- Negar hechos: La persona manipuladora afirma que algo no ocurrió o que no lo dijo, aunque sea evidente o la otra persona lo recuerde claramente.
- Minimizar sentimientos: Hace que la víctima se sienta exagerada o irracional por expresar emociones válidas, restando importancia a sus sentimientos.
- Distorsionar la realidad: Cambia o altera detalles de eventos pasados para confundir a la víctima, haciéndola dudar de sus propios recuerdos.
- Proyección de culpa: La persona manipuladora acusa a la víctima de cosas que ella misma hace, lo que provoca confusión e inseguridad en la persona manipulada.
El gaslighting en el trabajo
El gaslighting en el lugar de trabajo es una táctica sutil que suele prosperar en lugares de trabajo que carecen de seguridad psicológica, lo que desencadena problemas de salud mental que van desde el estrés crónico hasta la ideación suicida.
Un gaslighter puede contradecir acuerdos anteriores o culparte por decisiones que originalmente apoyó. Puede cambiar los plazos sin informarte, criticar tu trabajo injustamente o negar haber dicho cosas que recuerdas claramente.
Según explica la psicóloga americana, Mark Travers a Forbes, existen cinco técnicas que se pueden usar para afrontar el gaslighting en el lugar de trabajo:
1. Convierte tus palabras en pruebas: una señal común de manipulación psicológica es cuando empiezas a dudar de tu memoria. Tu jefe puede decir: "Nunca dije eso", aunque recuerdes claramente que estuvo de acuerdo con algo. Esta táctica está diseñada para hacerte dudar de tu percepción de los hechos, por lo que llevar un registro de las conversaciones nos ayudará a sentirnos más seguros.
2. Confía en tus instintos: una de las formas más poderosas de superar el gaslighting en el lugar de trabajo es aprender a confiar en tu instinto y validar tus propias experiencias. El gaslighting en el lugar de trabajo no siempre es obvio.
3. Buscar apoyo externo: los manipuladores suelen aislar a sus víctimas, haciéndoles sentir solos en sus experiencias, lo que provoca dudas y confusión. Compartir tus pensamientos y experiencias con personas en las que confías puede proporcionarte la seguridad que tanto necesita. Además, estas voces externas pueden ofrecer una perspectiva diferente, ayudándote a ver que no está “imaginando cosas” y que la manipulación del manipulador es el problema, no tú.
4. Establece límites firmes y limita tus interacciones: trabajar con un jefe que socava tus logros y autoestima puede ser agotador, pero dejarlo puede no ser siempre una opción. Para proteger tu salud mental, es fundamental minimizar el contacto con el gaslighter. Mantener una comunicación breve y relacionada con el trabajo puede ayudar a limitar cualquier intento de manipulación.
5. Mantén la calma y la profesionalidad: los manipuladores a menudo intentan provocar reacciones emocionales en un intento de desacreditarlo o hacerlo parecer irracional. Si mantienes la calma y la compostura, les niega la satisfacción de inquietarlo y evita que usen su respuesta en su contra. Cíñete a los hechos y evita involucrarte en confrontaciones emocionales.
Cómo documentar el gaslighting
Documentar las interacciones que nos hace el gaslighter nos asegura que haya una referencia clara a lo que se discutió, lo que deja menos espacio para que el manipulador distorsione los hechos.
Mantener registros detallados ayudará a que nos mantengamos firmes a nuestra realidad y nos brindará la evidencia necesaria para enfrentar la situación, en caso de que necesite tomar medidas.
Algunas formas eficaces de documentar la manipulación psicológica en el lugar de trabajo son:
- Graba conversaciones y toma fotografías: utiliza tu teléfono para grabar conversaciones importantes o tomar capturas de pantalla de mensajes de texto y correos electrónicos.
- Anota fechas y horas: adquiere el hábito de anotar las fechas y horas exactas de conversaciones o incidentes clave para garantizar la precisión.
- Resume las conversaciones: después de las reuniones o debates, resume la conversación, incluyendo citas directas cuando sea posible, para garantizar la claridad y los puntos de referencia.
- Lleva un diario o notas de voz: lleva un diario privado o graba notas de voz donde documentes las interacciones, incluyendo la fecha, la hora y los detalles de lo que se dijo o hizo.
- Ten testigos: siempre que sea posible, incluye a otras personas en las reuniones o conversaciones en las que se discutan cuestiones críticas para garantizar una mayor rendición de cuentas.
- Utilice correos electrónicos: realice siempre un seguimiento de las conversaciones importantes con un resumen por correo electrónico, asegurándose de que los acuerdos y las discusiones estén claramente documentados por escrito.