La despoblación en algunas zonas rurales de España es un problema creciente que ha empeorado con el paso de los años. El éxodo rural, es decir, que cada vez más personas se muden a las ciudades, no cesa y los pueblos intentan ponerle fin con métodos lo más llamativos posibles.
Varios son los municipios españoles que, con la intención de combatir el despoblamiento, han comenzado a implementar medidas drásticas para reactivar su economía local. Una de esas medidas es la de pagar a las personas por mudarse a la localidad para atraer de nuevo a más personas.
Ponga, Asturias
El municipio está situado en el sureste de la provincia, cerca de hora y media en coche desde la capital de Asturias, Oviedo. Se trata de un pueblo rodeado de pastos, piornales, brezales y tojales que ofrece 3.000€ a las personas que se instalen de manera definitiva en el concejo.
Además el Ayuntamiento se compromete a entregar a las nuevas familias 3.000€ por cada hijo nacido en la localidad, que ronda los 600 habitantes y tiene una extensión de más de 200 kilómetros cuadrados.
Griegos, Teruel
Situado a 1.604 metros sobre el nivel del mar, en el corazón de la Sierra Albarracín, enclavado en los Montes Universales, se trata de un pueblo de origen medioval que cuenta con algo menos de 140 habitantes. Ha sido denominado como 'el pueblo más frío de España' y es el segundo más alto del país.
Este pueblo ofrece puestos de trabajo y tres meses de alquiler gratis a aquellas personas que establezcan allí su residencia habitual. Pasado este tiempo, el alquiler será solo de 225 euros mensuales, así como una bonificación de 50 euros por hijo en edad escolar.
Rubiá, Orense
Con espectaculares vistas a los paisajes del valle de Valdeorras y el corazón de Orense, el Ayuntamiento de Rubiá opta por ofrecer una ayuda económica a todas aquellas personas que se munden a su territorio. Esa ayuda se encuentra en una horquilla de 100 a 150 euros. Cerca de los 1.400 habitantes, establece una froontera natural entre Galicia y León.
Olmeda de la Cuesta, Cuenca
El municipio, que llegó ha tener 500 habitantes, ahora cuenta con una población de tan solo 135 personas. Su caída en el censo causa del éxodo rural ha provocado que el pueblo haya empezado a subastar terrenos entre los 200 y 300 euros dependiendo del tamañano y otros factores con el único requisito de que se construya una casa en un plazo máximo de tres años.
A Xesta, Pontevedra
Los espacios naturales y sus increíbles paisajes no han bastado para que la población de A Xesta caiga hasta los 250 habitantes. Ahora su ayuntamiento ofrece aquellos que están pensando en mudarse a su población alquileres por 100 euros mensuales.
Además de sus bonitas vistas y de estar rodeada por naturaleza, el concejo se encuentra a escasos 40 minutos de Ourense y poco más de una hora en coche de Pontevedra.