Una compañía de teléfonos trató de cobrar a un cliente de Murcia una factura de 19.500 euros al mes, que finalmente tuvo que anular después de una reclamación de la organización de consumidores.
El cliente se mareó al recibir la factura
La situación se generó por un fallo en los procesos de envío de los mensajes de texto, que se enviaban automáticamente cada segundo, por lo que era imposible que una persona pudiera realizar esa operación en ese periodo de tiempo.
Según ha explicado a EFE el cliente, se encontraba en su puesto de trabajo cuando recibió la factura. En el momento de abrirla, pensó que la cantidad a pagar era de poco más de 19 euros, cuando él habitualmente tenía un consumo medio de 70 euros.
Sin embargo, cuando vio el diagrama con las barras de consumo por meses, se sobresaltó al ver que la factura de agosto era "altísima". En ese momento, vio que tenía que pagar 19.484,60 euros, lo que le provocó un mareo, causando que sus compañeros de trabajo se preocuparan por su salud.
El cargo le llegó a una cuenta cuyo número no había facilitado
El hombre ha contado que se enfadó muchísimo con la situación, más después de haber estado litigando contra una entidad bancaria en los tribunales durante diez años, ganando su demanda en el Tribunal Supremo, donde presentó un recurso tras haber perdido en primera y segunda instancia.
También ha explicado que el cargo le llegó, aunque no a su cuenta bancaria habitual -donde no tenía ese dinero-, sino a otra que sí lo tenía, pero cuya numeración no había autorizado ni facilitado a la compañía telefónica.
Debido a esto, se puso en contacto con Defensa del Consumidor, asociación de la que su esposa es socia, tras haber sido desoídas sus dos primeras reclamaciones por la operadora, que le cortó la línea y le comunicó su intención de incluirle en el listado de morosos e iniciar una demanda judicial.
La compañía asumió el error
Finalmente, el servicio de mediación de esta asociación, tras la "telaraña indescifrable de peloteos de un departamento a otro" de la compañía, localizó a una directiva bajo la presión de la denuncia judicial.
Fruto de estas gestiones, la operadora abrió un expediente de recuperación de línea, que ya estaba suspendida al socio de la asociación, en tanto se prolongara la resolución del caso.
El conflicto quedó resuelto cuando la compañía asumió el error en el envío automático de más de 100.000 mensajes SMS sin que el cliente hubiera activado su envío.