Durante el verano pasamos gran parte de nuestro tiempo al aire libre, coincidiendo con la aparición masiva de abejas y avispas, que gracias a las altas temperaturas y al clima cálido que proporciona la época estival, se reproducen con mayor eficacia.
Aunque ambos insectos tienen aguijón, existe una gran diferencia entre ellos. Las avispas pueden inyectar veneno en nuestra piel mediante uno liso. Además, también pueden morder. Sin embargo, las abejas lo tienen dentado y lo acaban perdiendo al picar, perdiendo así la vida. Por esta razón, sólo atacan cuando se sienten realmente amenazadas.
Pero si algo comparten en común, es que su aparición puede crear una gran alarma entre los presentes por miedo a su ataque, por lo que te contamos cómo ahuyentarlas para que puedas disfrutar de los planes veraniegos con una mayor tranquilidad.
Cómo ahuyentar a las abejas y avispas
Estos son algunos remedios caseros que te ayudarán a mantener a las abejas y a las avispas lejos de ti:
- Ajo machacado: ponlo en remojo durante algunos días y distribúyelo por lugares de tu hogar que estén al aire libre.
- Café o vinagre: sus fuertes aromas repelen tanto a las abejas como a las avispas.
- Cítricos: reparte cáscaras de limón o naranja en la zona externa de tu vivienda.
- Humo: créalo cuando haya una colmena, ya que estos insectos creerán que su enjambre se está quemando y migrarán a otro lado.
- Plantas aromáticas: hay muchos tipos como la albahaca, la citronela, el eucalipto, el laurel, la lavanda o la menta. Tan sólo tienes que colocarlas en el patio, la terraza o las ventanas de tu casa.
Además, existen otras medidas preventivas como, por ejemplo, cubrir la comida, especialmente si estás al aire libre; utilizar colores llamativos en la ropa y no usar fragancias con olores dulces. En caso de que ningún truco resulte efectivo, recurre a un apicultor.
Cómo prevenir el ataque
Si a pesar de intentar poner remedio a la aparición de abejas y avispas continúan rondando tu espacio, lo que menos tienes que pensar es en matarlas, puesto que son insectos imprescindibles para conservar la biodiversidad. Simplemente, trata de mantener la calma y no hagas movimientos bruscos que puedan alterarlas, en particular si se trata de una abeja, que actúa en caso de sentirse en peligro.
Cómo tratar las picaduras
Si finalmente no has evitado la picadura, lo mejor para curar la herida es aplicar hielo en la zona. De esta manera, no sólo aliviarás el escozor, sino que también disminuirá la rojez.
No obstante, lo más recomendable es acudir a un médico, no sólo para que descarte una posible reacción alérgica, sino para que se encargue de extraer el aguijón porque de intentarlo tú, podrías extender el veneno, derivando el pinchazo en un problema mayor. Asimismo, es muy probable que te receten un tratamiento antihistamínico.