La cuarta ola de calor golpea con fuerza la península este martes, sobre todo en la zona nordeste y suroeste. La AEMET advierte que las máximas superarán los 40 °C y las mínimas no bajarán de 25 °C en muchas zonas. Situación que se mantendrá hasta el jueves, aunque será durante el fin de semana cuando se produzca un descenso más generalizado de temperaturas.
De momento, aumentan los riesgos para la salud. Por eso, Protección Civil y Emergencias ha insistido en lo importante que es protegerse y extremar la precaución durante las actividades diarias, en especial para la población de riesgo.
Uno de los puntos clave estos días consiste en proteger nuestra vivienda y mantenerla lo más fresca posible. Más aún si no disponemos de aire acondicionado o ventiladores, o no queremos abusar de ellos por el alto precio de la electricidad. Compartimos los mejores consejos prácticos para lograrlo.
Cómo mantener fresca la casa
1. Baja las persianas y cierra las ventanas: lo haremos durante las horas de Sol, teniendo en cuenta la orientación de nuestra vivienda. Si mira al este, recibirá el Sol por la mañana, mientras que si mira al oeste, recibirá el calor a partir de las 15:00. En cualquier caso, hay que echar el toldo, bajar las persianas, correr las cortinas y cerrar las ventanas. Cuando el Sol descienda y comience la noche, volveremos a abrirlos para refrescar la vivienda.
2. Reduce las fuentes de calor: conviene tener las mínimas luces dadas, al igual que minimizar el uso de aparatos eléctricos (horno, televisión, ordenador, etc.) y desconectarlos si podemos, ya que todas estas fuentes suben la temperatura.
3. Ventiladores: son útiles para refrescar las habitaciones. Si colocas delante un bol con hielo y sal gruesa, ayudará a refrescar el aire.
4. Aire acondicionado: usarlo siempre con las ventanas cerradas, ajustado a una temperatura de entre 24ºC y 26ºC para un uso y un gasto óptimo.
5. Bebe agua regularmente: en momentos de calor extremo, es aún más importante. También conviene darse duchas de agua fresca o poner los pies en remojo.
6. Saca partido a tus plantas: las plantas captan el calor, lo absorben y purifican el aire, así que es buena idea colocarlas tanto en ventanas como en interior. Además, echar agua en el abono refresca la atmósfera. También puedes llenar un barreño de agua, y rellénalo según se vaya evaporando.
7. Usa la campana extractora cuando cocines: es especialmente importante en verano, porque con los olores se expulsa también el calor acumulado en las placas de gas o en las eléctricas.
8. Aprovecha las corrientes de aire: el aire fresco debe circular por toda la vivienda. Otro buen consejo es mojar las cortinas con agua para aprovechar mejor el aire fresco que pasa por ellas.
9. Usa sábanas de algodón o seda: acumulan menos calor a la hora de dormir, sobre todo si tienen tonos claros. Aquellos a los que les cuesta dormir, es recomendable refrescarlas durante el día guardándolas en la habitación más fresca de la casa o en el sótano, y colocarlas justo antes de ir a dormir.
10. Humedece el suelo: el suelo de la vivienda acumula una parte importante del calor. Por eso es bueno refrescarlo fregando con agua fría, y dejándolo un poco más húmedo de lo normal. En exteriores (patios y terrazas), lo mejor es regarlos al anochecer.
