Los servicios de Atención Primaria de las comunidades han estimado que los indicadores de la gripe estacional apuntan ya a una "segunda onda" propiciada por un aumento del tipo B, principalmente en menores de 15 años.
El aumento de casos de gripe ha provocado un leve aumento de las hospitalizaciones.
La tasa global de gripe -incluyendo el tipo B- en Atención Primaria registra ahora una incidencia de 277 casos por cada cien mil habitantes, es decir mayor que la onda endémica registrada a finales del año pasado (249) y se concentra fundamentalmente en los niños de 0 a 14 años (824).
Esto ha hecho que la tasa de transmisión del conjunto de las enfermedades respiratorias en España haya aumentado hasta los 780 casos por cada cien mil habitantes, con la covid-19 con unos registros estables (32).
En cuanto a las hospitalizaciones por gripe, han subido en lo que va de mes de 2,1 a 2,8 casos por cada cien mil habitantes y por grupos de edad, las mayores tasas de ingresos se observan en los mayores de 79 años (19,3).
Un artículo de 'Mayo Clinic' explica cuáles son los factores de riesgo para contagiarse de gripe y las diferencias con otras enfermedades.
¿Qué es la gripe?
La gripe o influenza es una infección respiratoria (nasal, de garganta y pulmonar) trasmitida por gotitas en el aire que van mutando constantemente que da lugar al surgimiento de nuevas cepas.
Personas de riesgo
Aunque la mayoría de personas mejora de esta enfermedad por su cuenta, a veces puede conllevar complicaciones que se multiplican dependiendo de la personas que la porte. Por ello, las personas de riesgo ante la gripe son:
- Niños menores de 2 años
- Adultos mayores de 65 años
- Personas que viven en un asilo de ancianos y convalecientes o en otro centro de cuidado a largo plazo
- Personas embarazadas o que tengan previsto quedar embarazadas durante la temporada de gripe
- Personas con el sistema inmunitario debilitado
- Indígenas estadounidenses o nativos de Alaska (raza)
- Personas con enfermedades crónicas como asma, enfermedades cardíacas, enfermedad renal, enfermedad hepática y diabetes
- Personas con un índice de masa corporal de 40 o más considerada como obesidad
Síntomas del virus
La gripe genera un gran malestar general del cuerpo que trae consigo diversos síntomas como la fiebre, dolor muscular, escalofríos y sudoración, dolor de cabeza, tos seca y persistente, insuficiencia de aire, cansancio y debilidad, congestión o goteo nasal, dolor en la garganta, dolor ocular, vómitos y diarrea (más frecuente en los niños). Estos pueden ser similares a los producidos por la COVID-19.
Causas de la infección
La gripe es un virus que se transmite por el aire a modo de gotas cuando alguien que tienen esta enfermedad tose, estornuda o habla, por lo que permite la expulsión de estas que pueden ser inhaladas por otras personas o depositarse en superficies donde pueden juntarse con los gérmenes y, al llevarse la mano a alguna parte del cuerpo, contagiarse.
Estas personas portadoras del virus empiezan a propagarlo desde el día anterior a que aparezca cualquier síntoma hasta los cuatro días después de comenzar, aunque en los casos de los niños pueden prolongarse un poco más.
Si se ha pasado esta situación en el pasado, el cuerpo desarrollaría anticuerpos por lo que, si los virus futuros que aparezcan pertenecen a la misma cepa, se podrá atacar a la infección o reducir el nivel de gravedad. Aún así, los anticuerpos pueden disminuir o no influir en ningún modo si es otra cepa por su constantes cambios.
Prevención
Una de las mejoras formas de prevenir esta enfermedad es la de la vacuna anual que no tiene una eficacia del 100% pero reduce en gran cantidad los casos de portarlo.
Para controlar la propagación es importante tomar una serie de medidas como:
- Lavarse las manos: es importante lavarse al menos durante 20 segundos para prevenir esta y muchas otras infecciones. También puede ser buena opción el desinfectante de manos.
- Evitar tocarse la cara: tocarse los ojos, la nariz y la boca después de una superficie puede ser una de las maneras más comunes de trasmisión de esta enfermedad.
- Cubrir la boca al toser y estornudar: cuando se tose o se estornude se liberan esas gotas que viajan por el aire y provocan los contagios, por eso es importante tapar la salida de estas para no contagiar.
- Limpiar todas las superficiales: limpiar cada cierto tiempo las superficies es una buena manera para limpiar las gotitas y los gérmenes que se encuentran y que luego provocan la infección por este virus.
- Evitar las multitudes: cuanto más gente, más posibilidades de contagio, por lo que si limitamos estos contactos se lograr una mayor prevención.
Si alguien está enfermo, es recomendable pasar 24 horas en casa para no infectar a otras personas aunque, actualmente, con la masificación de las mascarillas, es una buena herramienta de prevención.
¿Es lo mismo gripe que resfriado?
Por último, el artículo asegura que no es lo mismo porque "la gripe quizás parezca un resfriado común con goteo de la nariz, estornudos y dolor de garganta. Por lo general, el resfriado se desarrolla lentamente. Pero la gripe tiende a aparecer de manera repentina. Y aunque un resfriado puede ser una molestia, generalmente te sientes mucho peor con la gripe".