Saber identificar una fuga de gas es clave para poder actuar antes de que sea demasiado tarde. El principal indicador de un escape de gas es el olor. Los gases que utilizamos en el entorno del hogar (gas natural, propano y butano) no tienen olor por sí mismos. Por eso los fabricantes añaden unos componentes para que podamos identificarlo en caso de fuga. Otro indicador es el silbido que produce la salida del gas en la zona de la fuga.
En caso de que detectemos que hay gas en nuestro domicilio el primer paso es analizar la situación. Si el olor es ligero o difícilmente perceptible lo lógico es que se trate de una fuga de gas leve. Por contra, si el olor es muy fuerte, similar al conocido como huevos podridos, es un indicador de que la fuga es muy grande.
Qué hacer si detectamos un escape de gas
Según el tipo de situación en la que te encuentres hay que actuar de una forma u otra. En un escape leve lo primordial es en primer lugar cerrar la llave del gas y acto seguido ventilar la casa abriendo ventanas y la puerta si fuera preciso. A continuación revisar, en caso de que dispongas de ellos, electrodomésticos que utilicen gas como fuente de energía. Evita la utilización de cualquier aparato que pueda generar chispas incluido el teléfono móvil. Una vez fuera del domicilio llama a tu compañía para que un técnico revise la instalación.
Si la fuga es grave no debes comprobar el origen de la fuga. El riesgo es máximo por lo que la prioridad es abandonar y evacuar el hogar lo antes posible. Por supuesto, no enciendas luces ni ningún aparato electrónico. Una vez en el exterior procede a llamar a la compañía y seguir sus instrucciones.
Prevenir es lo mejor
En el mercado, a un precio asequible, hay alarmas de detección de gas que puedes instalar en domicilio y te avisarán en caso de que se produzca un escape de gas. Otro factor fundamental es cuidar tu instalación. Para ello nunca intentes arreglar una avería si no tienes el suficiente conocimiento. Llama siempre a profesionales del sector para que realicen las revisiones de la instalación del gas y la caldera. Las compañías incluyen revisiones periódicas cada cierto tiempo pero puedes solicitar una revisión en caso de que lo consideres necesario.
