California tenía una vigencia como estado de solo una década. Albergaba a menos de 500.000 personas en 1862 cuando fue azotada en el invierno de por la serie de tormentas más poderosas de la historia registrada.
El evento se caracterizó por secuencias de tormentas invernales que duraron semanas. Produjo inundaciones catastróficas generalizadas en prácticamente todas las tierras bajas transformando los valles interiores de Sacramento y San Joaquín en un mar temporal pero vasto de casi 500 kilómetros de largo e inundando gran parte de la llanura costera ahora densamente poblada en los actuales condados de Los Ángeles.
Un nuevo estudio sugiere que debido al cambio climático, California corre un riesgo cada vez mayor de otra tormenta similar, que sería devastadora, tanto en términos humanos como económicos, en un estado con casi 40 millones de habitantes.
Los investigadores dicen que tal evento "probablemente produciría inundaciones catastróficas generalizadas y, posteriormente, conduciría al desplazamiento de millones de personas" y estiman en un billón de dólares las posibles pérdidas económicas generales. Aunque una megainundación podría afectar muchas regiones del estado, el Valle Central de 500 kilómetros de largo corre el mayor riesgo debido a su geografía.
Después de que el devastador huracán Katrina arrasara Nueva Orleans, el gobierno federal declaró que el área de Sacramento era la región más vulnerable del país a las inundaciones. Durante la megainundación de 1861-62 la ciudad quedó tan devastada que el gobierno estatal se trasladó temporalmente a San Francisco.
Refuerzos en la zona
Los gobiernos federal, estatal y local han estado reforzando los diques en las áreas con los riesgos más altos. Sin embargo, los proyectos en curso están diseñados para inundaciones de menor intensidad que la megainundación que prevé el nuevo estudio. El informe propone la creación de una especie de desvíos para evitar que la corriente desborde los ríos.
También está en la mesa crear una póliza general estatal de seguros para brindar protección básica contra inundaciones, terremotos e incendios.
