La Universidad Complutense investiga a Juan Carlos, cofundador de Podemos y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas, por un posible caso de acoso sexual.
El centro universitario abrió un expediente a Monedero el pasado mes de enero, tras recibir la denuncia de una alumna. Fuentes de la universidad han informado de que el expediente es confidencial, se abrió en la Unidad de Igualdad y ésta lo ha trasladado a la Inspección de Servicios.
Este expediente salió a la luz poco después de que Podemos confirmara que apartó a Monedero de la actividad de la formación tras conocer dos testimonios contra él de violencia sexual en septiembre de 2023, y en medio de más acusaciones de comportamientos graves con mujeres jóvenes del entorno de la formación morada.
Quejas contra Monedero por comportamientos "vejatorios" con alumnas
Aunque la denuncia remitida a la universidad es relativamente reciente, las quejas contra el fundador de Podemos se remontan más atrás. Según publica 'La Razón' este martes, Monedero llevarían recibiendo quejas desde hace un lustro.
El diario ha tenido conocimiento sobre un escrito que uno de sus estudiantes redactó afeando el comportamiento "vejatorio" que recibían las alumnas por su parte; así como el contenido profundamente "ideologizado" de sus clases.
El estudiante describió un comportamiento que excedía "los límites de la confianza" que debe marcar la relación entre un profesor y su alumna. Una queja, que, sin embargo, no tuvo respuesta por parte del claustro de la Complutense.
Estas quejas coinciden con los testimonios de alumnas de Monedero que la influencer 'Sindy Takanashi' publicó en sus redes sociales en octubre de 2024, en los que las alumnas relataban cómo Monedero las tocaba el hombro o las agredía verbalmente llamándolas "zorras".
La universidad cuenta con un órgano para gestionar este tipo de quejas y reclamaciones. Se trata de una Comisión de Calidad de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología que desde 2013 tiene previsto un procedimiento de actuación para estos casos.
Aunque el protocolo dice que cualquier persona puede denunciar, las quejas no son "anónimas", lo que provoca que muchos alumnos no se atrevan a denunciar por "miedo a represalias" que puedan afectar a sus expedientes académicos.