El Juzgado, en la sentencia que ahora queda ratificada, declaró probado que los hechos ocurrieron el 23 de diciembre de 2016, cuando el acusado, nacido en Argelia, agredió a su expareja sentimental cuando esta se encontraba en un bar de Murcia. La sentencia añadía que el acusado acudió al lugar de improviso y la levantó en peso, para, acto seguido, lanzarla por los aires y tirarla al suelo.
Además, la agarró por los hombros, la sacó del bar y la arrastró hasta el interior del coche con el que había llegado hasta el citado establecimiento. La sentencia lo condenó, como autor de un delito de maltrato en el ámbito de la violencia de género, a la pena de un año de prisión, con la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la denunciante por tiempo de dos años.