EN TORREDONJIMENO, JAÉN

Confiesa haber maltratado e intentado matar a su mujer y acepta nueve años de cárcel

Un vecino de Torredonjimeno (Jaén), J.R.H., de 56 años, se ha reconocido culpable de maltratar, vejar, humillar e incluso intentar matar a su mujer con la última de las palizas y ha aceptado ante el tribunal una pena de nueve años y tres meses de cárcel. Además, cuando cumpla la pena de prisión no podrá volver a Torredonjimeno y deberá mantenerse alejado de la que fue su esposa durante otros veinte años más.

ondacero.es

Madrid |

Violencia de género | EFE

"Me arrepiento" es lo que J.R.H. ha pronunciado ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén durante el turno de última palabra que se da a los acusados antes de declarar el juicio visto para sentencia. Este vecino de Torredonjimeno ha indicado que aceptaba la pena porque "no he tenido más remedio" y ha zanjado la cuestión afirmando que "a lo hecho, pecho".

La conformidad con la pena ha evitado continuar con la vista. Aunque inicialmente el Ministerio Fiscal reclamaba una pena global de 12 años de prisión, el acuerdo entre las partes lo ha dejado en los nueves años y tres meses, de los que siete años y medio se corresponden con un delito de homicidio intentado y el resto por malos tratos. Además, se le ha impuesto 57 días de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito de amenazas.

Con esta pena se cierran 30 años de malos tratos a su mujer y madre de sus dos hijos, actualmente mayores de edad. El acusado se encuentra en prisión preventiva desde marzo de 2017 donde continuará hasta cumplir su condena.

El Ministerio Fiscal ha sostenido que durante los 30 años que ha durado el matrimonio, el procesado "ha sometido a su mujer a un trato humillante y vejatorio" hasta el punto de insultarla y someterla a sucesivos castigos.

Tal era la situación que hasta el acusado cuando veían la tele y aparecía una información relativa a la violencia sobre la mujer, llegó a decirle que durmiera con un ojo abierto porque "tú no sales de esta y vamos a salir en el telediario".

Ante esta situación, la mujer retiró del domicilio familiar, por miedo una navaja. El 6 de marzo de 2017, el procesado reclamó a la mujer la navaja cuando ésta se encontraba en el servicio y fue en ese momento cuando "con intención de acabar con su vida" comenzó a apretarle el cuello mientras ella "intentaba defenderse y pedir auxilio".

El acusado la golpeó en repetidas ocasiones contra la pared y contra el porta rollos de papel higiénico, que acabó rompiendo con la cabeza. Durante la agresión se rompió el latiguillo del inodoro, lo que llevó al acusado a "poner la cabeza delante del chorro de agua para ahogarla".

Tras múltiples golpes, el acusado acabó encima de ella, en el suelo, donde cogió los cepillos de dientes que "se los clavaba en el pecho empuñándolos como si fuesen cuchillos, dándolo fuertes golpes en el cuello".

Fue un vecino el que acudió al domicilio tras escuchar los gritos de auxilio de la mujer, pero el acusado siguió pegando a su víctima y llegó incluso a romperle un vaso de cristal en la cabeza. Se precisó la ayuda de otro vecino más para poder parar la agresión.

Ya con el personal sanitario atendiéndola en el suelo, y en presencia de la Policía Local, el acusado siguió intentando pisar a su mujer, mientras insistía en que "no la había matado porque no había querido".

La mujer precisó 214 días para la curación de las heridas, aunque, según el Ministerio Público, mantiene secuelas que consisten principalmente en un estrés postraumático moderado.

En concepto de responsabilidad civil se le reclamaba una indemnización de 12.840 euros por las lesiones físicas y otros 20.000 euros más por las lesiones psíquicas, además de otros 3.094 euros más por las secuelas, cantidades que ya han sido abonadas.