El homicida confeso, en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos, ha explicado que en la madrugada del 23 de enero del año pasado, en el transcurso de una discusión en la que ambos estaban bebidos, agarró un cargador de móvil y con el cable estranguló a su esposa.
"Primero no me di cuenta de que estaba muerta", ha firmado W.L., que ha atribuido la discusión a diferencias "por dinero" y ha relatado que tras comprobar el fallecimiento de su mujer llamó al servicio de emergencias 112 y al llegar la policía local confesó el crimen.
Esta colaboración inicial con los agentes municipales, que se mantuvo ante los investigadores de la Guardia Civil, ha sido considerada una circunstancia atenuante en la solicitud de pena acordada por la defensa del acusado con las acusaciones.