Estas sanciones serían para padres, pero también para menores y podrían ser reemplazadas, salvo casos de reincidencias, por actividades en beneficio de la comunidad o reeducativas.
La ponencia además, sugiere al Gobierno que se prohíba de facto la venta de consumo de alcohol en las calles y, por tanto, los botellones. También, que se supriman promociones del alcohol, como las happy hours, o que se regulen horarios de venta de alcohol en establecimientos de ocio, igual que se hace con la venta.
Son recomendaciones que la ministra de Sanidad recoge en la confianza de que contarán con el consenso de todos: "estoy convencidísima de que va a haber un gran consenso, no sólo de los tres niveles de administraciones, no sólo de los profesionales sanitarios o de los padres, sino de todos los niveles de la industria porque todos queremos proteger al futuro de España que son nuestros adolescentes y nuestra juventud, menores de 18 años".
Dolors Montserrat mantiene su compromiso de que la ley de alcohol y menores entre en vigor en esta legislatura y comience a tramitarse este mismo año.