A esta hora, con 40 grados en la zona, más de 500 efectivos luchan contra este tercer incendio en siete días a lo largo de mil hectáreas ya quemadas, llamas que afectan en una zona escarpada, difícil y muy complicada para la actuación.
Julio Pérez, el Consejero de Seguridad del Gobierno de Canarias ha declarado que “ha sido un incendio de copas, es decir, un incendio de las partes altas de los árboles, que se extiende con mucha facilidad, especialmente si hay viento. La semana pasada, teníamos en cambio un incendio más pegado al suelo”.
No hay datos de viviendas perjudicadas ni daños personales pero sí se sabe que gran parte de esta zona de bosque va a ser irrecuperable en la reforestación.
El incendio a esta hora es incontrolable, ni siquiera se ha podido establecer un perímetro. Las llamas se extienden a lo largo del barranco desde la cumbre en dirección a la costa en el norte de la isla.
En un tuit, Sánchez ha explicado que los efectivos están trabajando intensamente para controlarlo. Los medios aéreos se han sumado a primera hora de este domingo a las labores de extinción del incendio. Hay varios helicópteros y un hidroavión.
La columna de humo es visible desde cualquier punto de la isla a más de cien kilómetros del incendio.
De momento son 2000 vecinos desalojados, muchos por segunda vez en una semana en el pueblo de Tejeda.
“El viento está soplando con bastante intensidad y nos está provocando graves trastornos para apagar el incendio”, ha expresado el Alcalde de Tejeda, Francisco Perera.
El viento, las altas temperaturas, (por encima de los 40 grados) y las causas del incendio, que no se saben, pero que empieza a cobrar la hipótesis de que ha sido provocado o debido de nuevo a una imprudencia.