Las cenas de Navidad son un momento de de reencuentro con la familia en las que el espíritu de las fechas invitan a la unión y a la armonía con nuestros seres más queridos. Si queremos que todo salga a pedir de boca, si evitamos una serie de acciones, tendremos más posibilidades.
Temas de conversación: Política, deporte y religión
Especialmente si en esos asuntos hay discrepancias entre alguno de los miembros de la cena. Lo que empieza con un amable intercambio de opiniones puede acabar más caliente que el cenicero de un bingo. Por eso, es mejor tratar otros asuntos y ponerse al día en temas que no sean tan polémicos y aprovechar para recordar las anécdotas del pasado.
Contribuir a que todo salga bien
Aunque haya anfitriones y aunque sea una cena familiar con confianza, todos deben poner de su parte. Si estás en casa de un familiar, ofrece ayuda y no vayas como si de un restaurante se tratara. Sé cortés y valora el esfuerzo de los anfitriones y si algo no es de tu agrado guárdatelo o comunícalo si crees que no va a suponer ningún problema. Ayuda a recoger a dejar todo como estaba.
No juzgues a los demás
Ya sea por lo que comen o por lo que hacen, o cómo les va en su vida. La típica pregunta de ¿Para cuándo te echas un novio/novia? o esos comentarios de "No has comido nada"; ¿Para cuándo la boda o el niño?, pueden tener un efecto muy negativo en la persona que lo recibe. Por tanto, como no sabes por lo que está pasando, mejor evitar esas afirmaciones y preguntas para no herir a otras personas.
El tema económico
Las cenas no se pagan solas. Es bueno antes de que se celebre, dejar claro cuánto va a pagar cada uno y quién se va a hacer cargo de qué para evitar conflictos de última hora.
Cuidado con el alcohol
Consumido con control puede dar un plus y elevar el número de carcajadas. Pero si te pasas, puedes poner en una situación incómoda al resto de comensales y generar algún tipo de conflicto.
Respeta las normas de la casa
Por ejemplo, si en la casa no fuman, no abuses de su confianza incluso aunque te permitan en un principio hacerlo. Al final, estás haciendo algo que no es habitual y que puede molestar al resto de comensales y no solo a los anfitriones.
Los juegos
La parte lúdica siempre da un plus. Pero ojo con el mal perder o apostar dinero. Si crees que por el tipo de personalidad es probable que genere discusiones, mejor evita estos juegos.
Evita a personas con las que tengas conflictos
Si ya de antemano tienes algún problema con alguno de los comensales, pactad una tregua por respeto al resto de presentes a los que no les resultará nada agradable estar en medio de un conflicto. Y quién sabe si esa tregua puede dar a una reconciliación definitiva.
Los niños
Deben disfrutar la Navidad con la máxima ilusión. Por eso, piensa en ellos y lo que les gustaría. Tenles presentes en las conversaciones y juegos e intentar que estén implicados en todo momento para que no se aburran y eso pueda influir en el ambiente general ya que aunque no lo creas hay personas que tienen poca paciencia con los más pequeños.