A pesar de que el rastro del dolor y del sufrimiento que ha dejado el Medusa Festival está desapareciendo de Cullera, el impacto que ha producido la muerte del joven de Daimiel de 22 años, Miguel Ángel Rodríguez de Guzmán, todavía sigue vigente, así como los resquicios de las heridas graves ocasionadas a otros cinco y la investigación judicial.
La Guardia Civil continúa elaborando su informe pericial que remitirá al juzgado de Sueca. ¿El objetivo? Determinar si la tragedia fue ocasionada únicamente por un reventón térmico imprevisible o se cometió alguna negligencia en el montaje de todas las estructuras.
Especialmente del gran escenario principal de 100 metros, del que se desprendieron grandes elementos y del pórtico de acceso que tumbaron vientos de 90 km/h pese al contrapeso de seis toneladas.
La Asociación de Promotores de Festivales de pronuncia
El Ayuntamiento de Cullera ha asegurado que el festival había pasado todas las inspecciones requeridas y su documentación era correcta, así como su plan de seguridad avalado por la Generalitat.
Por su parte, la Asociación de Promotores de Festivales (Promfest) ha insistido que tanto el Medusa como el resto de festivales cumplen con la legislación. De esta manera, la asociación ha confirmado en un comunicado que lo ocurrido en el festival de Cullera fue "un accidente" que "no debería volver a pasar".
"Siempre se puede mejorar todo, pero los festivales cumplimos todas las normativas, las inspecciones y la ley de espectáculos valenciana es una de las más estrictas del país", ha asegurado el presidente de la asociación, Joanvi Díez, que se ha esforzado en transmitir el mensaje de que estos eventos son muy seguros.
No obstante, algunas voces del propio sector han exigido extremar las precauciones y llevar a cabo todos los controles administrativos que sean necesarios.
Así, la Asociación de Técnicos del Pais Valencià (ATEPV) ha asegurado en un comunicado que su sector está "bajo mucha presión" este verano en el que la cantidad de festivales y eventos se ha disparado.
"Pedimos más control a las administraciones y recordamos la importancia de los protocolos y medidas de seguridad". Ahora bien, aseguran que con la información recabada no pueden valorar "si la tragedia podía haber sido evitable".
70 personas realojadas
En el momento en el que la organización del Medusa publicó un comunicado oficial anunciando la cancelación definitiva del festival, los 400 jóvenes que permanecieron en Cullera fueron realojados en el polideportivo municipal, de donde este domingo ha partido el último grupo de 70 hacia Galicia.
Además, las organizaciones de consumidores han declarado que, a pesar de que el mal tiempo puede eximir a los organizadores de tener que hacer frente a las indemnizaciones, no lo hacen de "devolver el importe de las entradas o la parte proporcional", o incluso canjearlas de cara a una próxima edición.
Cabe destacar que los reventones términos no solo han sacudido trágicamente en Cullera. A lo largo del sábado 14 de agosto se repitieron en varios puntos de la Comunidad Valenciana y afectaron a eventos culturales al aire libre, concretamente a otros festivales y eventos musicales.
Se trata del Festival Rabolagartija de Villena, donde 5.000 jóvenes fueron desalojados de la zona de acampada durante unas horas por los fuertes vientos. De la misma manera, y debido a las condiciones climatológicas, el Som Festival de Castellón suspendió el concierto de Leiva e hizo devolución de las entradas.