Correr es una de las formas más accesibles y efectivas de mantenerse en forma, con numerosos beneficios para la salud física y mental. Sin embargo, surge una pregunta común entre los amantes de este ejercicio: ¿Es mejor correr al aire libre o en la cinta?
Ambos escenarios tienen ventajas, pero la respuesta depende de tus objetivos, nivel de condición física y preferencias personales. Esto es lo que dicen los expertos de cada una de las dos alternativas:
Beneficios de correr al aire libre
Correr en exteriores se convierte en una actividad que se aleja de la monotonía. Encontrarás diferentes terrenos, desniveles, condiciones climatológicas que harán variar el tipo de carrera en cada momento. La entrenadora certificada Stephanie Mansour señala que al correr al aire libre te enfrentas a diferentes tipos de terreno, como pavimento, tierra o superficies irregulares. Esto no solo mejora tu equilibrio y estabilidad, sino que también hace que trabajen de manera más completa los músculos de las piernas. Por ejemplo, al correr en una pendiente ascendente trabajas más los glúteos y los isquiotibiales, mientras que en una bajada se activan los cuádriceps.
Además, la exposición a la naturaleza aporta beneficios para la salud mental. Estudios han demostrado que estar al aire libre puede reducir la hipertensión, mejorar los síntomas de la diabetes e incluso aumentar las células que combaten el cáncer en el sistema inmunológico, tal y como afirma la doctora Stacy Beller Stryer. Pasar tiempo en la naturaleza se asocia con menores niveles de ansiedad, estrés y depresión.
Este aspecto, ayuda a las personas a conectar más con su cuerpo y el presente, algo difícil de lograr en un gimnasio o en casa. Además, enfrentarse a las inclemencias del tiempo, ya sea el calor del verano o el frío del invierno, añade un componente de aventura y adaptación que puede ser motivador.
Beneficios de correr en la cinta
Por otro lado, correr en la cinta es una opción más predecible y controlada, lo que puede ser una ventaja para muchas personas. No enfrentarse a superficies irregulares o cambios repentinos de clima reduce el riesgo de lesiones, como torceduras de tobillo. Para quienes tienen problemas de equilibrio o prefieren evitar el impacto de correr sobre asfalto y adoquines, la cinta ofrece una alternativa más segura.
Además, la cinta está disponible todo el año, sin importar si está lloviendo, nevando o si hace demasiado calor. Esto garantiza que puedas mantener tu rutina de ejercicios sin interrupciones. También es más fácil ajustar la velocidad y la inclinación de manera precisa para adaptarse a tus necesidades de entrenamiento.
¿Qué es mejor para ti?
La elección entre correr al aire libre o en la cinta depende de tus circunstancias y preferencias. Si tienes acceso a un entorno natural y disfrutas de la variedad que ofrece correr al aire libre, los expertos sugieren optar por esta opción siempre que sea posible, no solo por los beneficios físicos, sino también por el impacto positivo en la salud mental.
Sin embargo, si el clima o las condiciones externas representan una barrera para ti, no dudes en recurrir a la cinta. La clave es mantenerse activo. Cualquier tipo de ejercicio es beneficioso, ya sea en la cinta o al aire libre.
Al final, se trata de encontrar una rutina que disfrutes y que te mantenga en movimiento. La clave es pensar en cada entrenamiento como una pequeña aventura diaria. La constancia es lo que realmente marcará la diferencia en tu salud y bienestar.
