Tras más dos años de pandemia, la ciencia sigue investigando las secuelas que el coronavirus deja en el organismo.
Si bien ahora con las nuevas variantes de Ómicron BA.4 y BA.5 -predominantes en nuestro país- los síntomas son más leves, se ha observado que muchos pacientes sufren Covid persistente, otra enfermedad derivada del coronavirus que dificulta el día a día de muchas personas.
¿Qué es el Covid persistente?
La OMS define el Covid prolongado o persistente como "la condición que ocurre en individuos con antecedentes de infección por SARS-CoV-2, generalmente tres meses después del inicio, con síntomas que duran al menos dos meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo".
Se trata de una enfermedad derivada el coronavirus que, según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), padecen aproximadamente un 15% de los pacientes adultos contagiados por la Covid-19, y entre un 5% y un 10% de los niños que han pasado la enfermedad. Unas cifras preocupantes sobre todo en el panorama actual, donde la Ómicron y sus respectivas variantes han disparado las cifras de contagios en todo el mundo.
Las mujeres tienen más riesgo de sufrir 'long Covid'
Un reciente estudio publicado en la revista científica 'Current Medical Research and Opinion' ha concluido que el sexo femenino es un factor riesgo para el desarrollo del Covid persistente. Los investigadores señalan que las posibilidades de sufrir esta enfermedad derivada de la Covid-19 es un 22% mayor cuando se trata de mujeres y, además, estas también experimentan diferentes síntomas que los hombres.
"Resulta fundamental conocer las diferencias sexuales que están por debajo de las manifestaciones clínicas, la progresión de la enfermedad y los resultados de la covid. Es crucial para la identificación y el diseño de terapias efectivas e intervenciones de salud pública que tengan en cuenta potenciales tratamientos diferenciales", apuntan los investigadores.
Estos resultados coinciden con los de otros estudios que también ponen rostro femenino a esta enfermedad. En 2020, una Encuesta la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y los colectivos de afectados LONG COVID ACTS concluyó que una "mujer de 43 años y con más de 185 días padeciendo síntomas, entre un abanico de 200 como el cansancio, los dolores de cabeza y musculares, el bajo estado de ánimo o la falta de aire" era el perfil del paciente de covid persistente.
Otro estudio de enero de 2022 publicado en la revista 'Journal of Clinical Medicine' y realizado con pacientes de covid-19 ingresados en cinco hospitales públicos españoles durante la primera ola, demostró que, ocho meses después del alta, las mujeres presentaron más síntomas de fatiga, disnea, dolor, pérdida de cabello, problemas oculares, depresión y peor calidad del sueño que los hombres.
"Reconocer que la covid-19 afecta de manera diferente a mujeres y hombres es un paso crucial hacia una mejor comprensión de la fisiopatología y la naturaleza de las secuelas y síntomas postcovid y la promoción de soluciones de atención médica individualizadas", destacó la profesora del Departamento de Psicología Evolutiva de la UV y participante en la investigación, Esperanza Navarro-Pardo.
Asimismo, según esta investigación, el sexo no parece tener relación con el tipo de síntomas al comienzo de la enfermedad, de forma que los síntomas de la covid-19 al ingreso fueron similares en hombres y mujeres, exceptuando la prevalencia de dolor de cabeza como síntoma inicial, que fue más común en mujeres que en hombres. Esto indica que la afectación inicial por covid-19 es similar en ambos sexos.
¿Cuál es el motivo?
Las concluisiones de estos estudios coinciden en la feminización del covid persistente, pero queda averiguar la razón.
En este sentido, los investigadores de Taylor & Francis Group apuntan a que estas diferencias relativas al 'long covid' entre sexos "pueden estar marcadas por el sistema inmunitario, que podría responder de forma diferente y generar una mayor proporción de casos de covid persistente en ellas. Las mujeres desarrollan más rápidamente y de forma más robusta respuestas innatas y adaptativas frente a la infección, lo que las protege de que esta se agrave. No obstante, esta reacción podría hacer también a las féminas más vulnerables a enfermedades autoinmunes".