Según datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a fecha de 1 de enero de 2017 eran 2.406.611 los españoles residentes en el extranjero, casi un millón más que hace ocho años cuando comenzó la crisis.
La mayoría de las nuevas inscripciones (178.998, ya que para calcular la cifra final a este número se le resta el de quienes se dan de baja y regresan a España), casi dos de cada tres corresponden a ciudadanos nacidos fuera del país pero que poseen la nacionalidad.
Así, durante el pasado año, 65.954 nacidos en España se marcharon al extranjero (el 36,8% del total de las salidas), mientras que 88.892 (el 49,7%) retornaron a su país de nacimiento y 24.137 (13,5%) quienes se fueron a un país distinto.
Actualmente, el 33% del total de los españoles establecidos en el extranjero (794.209) nacieron en España, el 59,1% (1.422.784) en su actual país de residencia y el 7,6% (182.144) en otros países.
Esto explica, en parte, que los extranjeros con doble nacionalidad vuelven a su lugar de origen tras el impacto en España de la crisis económica, y que el número de españoles que se marcha fuera del país sigue en aumento, aunque empieza a contenerse.
La estadística del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), difundida por el INE, explica que el 62,5% de estos inscritos tienen fijada su residencia en América, un 34,2% en Europa y el 3,4% en el resto del mundo.
El aumento del número de españoles en el extranjero más destacable respecto al curso anterior, en términos absolutos, se concentró en América (48.612 inscritos más) y Europa (46.479), aunque también creció en el resto de continentes: Asia (3.834), África (1.710) y Oceanía (946).
Sin embargo, en términos relativos, el mayor incremento se produjo en Asia (11,2%), seguido de África (8,7%) y Europa (6%), mientras que el crecimiento en América se estanca (3,3%).
Los países extranjeros en los que residían más personas de nacionalidad española a 1 de enero de 2017 eran Argentina (448.050), Francia (243.582) y Venezuela (180.497).
Los mayores incrementos en términos absolutos el pasado año se produjeron en Reino Unido (13.281), Estados Unidos (11.675) y Francia (10.889).
En el otro extremo, Venezuela es el único país de más de 10.000 habitantes en el que se produjo un descenso, por segundo año consecutivo: 7.528 españoles residentes menos.
Y en términos relativos, los grandes incrementos se produjeron en Bolivia (14,5%), Reino Unido (13%), Estados Unidos y República Dominicana (9,3% cada uno), mientras que en Venezuela el descenso fue del 4%.
En cuanto a rangos de edad, la mayoría de los ciudadanos españoles que vive en el extranjero, el 63%, tiene entre 16 y 64 años, mientras que el 21,6% es mayor de 65 y el 15,4% es menor de 16.
El número de españoles que residen en el exterior aumentó en todas las comunidades autónomas, especialmente en Madrid y en Cataluña, aunque Galicia continúa como la región que más aporta al extranjero.
En concreto, 39.216 madrileños se marcharon a residir fuera de España en 2016, para hacer un total de 367.434, al tiempo que 31.202 catalanes fijaron su residencia en el extranjero, con un resultado global de 284.374.
Casi 20.000 andaluces dejaron el país el año pasado y ya son 276.341 los ciudadanos de esta comunidad que viven fuera, algo más que los castellanoleoneses, que, tras aumentar su número en casi 8.000, alcanzan los 170.494.
Pero son los gallegos, con poco más de 18.000 nuevos abandonos en 2016, los que más tienen fijada su residencia en el extranjero: 511.830 habitantes.
Por el contrario, los incrementos menos notables se registraron en La Rioja (1.208) y Extremadura (1.565), para hacer un total de 18.367 riojanos y 30.654 extremeños que viven fuera de España.