El 28 de diciembre es conocido como el Día de los Santos Inocentes que en España está marcado por las bromas, las conocidas como inocentadas. Sin embargo, este sentido que se le ha otorgado en las últimas décadas, no tiene nada que ver con el origen de este día, que es de carácter religioso.
El sentido original de esta celebración tiene vinculación con un evento trágico y doloroso, pero con el paso del tiempo, la conmemoración ha evolucionado hacia una jornada en la que se practican bromas y se comparten risas.
Para entender esta fecha hay que remontarse a la época en la que nació Jesús, y el motivo es realmente trágico. El Día de los Santos Inocentes tiene su origen en una celebración cristiana que conmemora la matanza de los niños menores de dos años que ordenó el rey Herodes en su intento de acabar con Jesús de Nazaret. Herodes recibió el rumor de que un recién nacido se convertiría en rey de Israel por lo que inició su macabro plan. Como recoge el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento de la Biblia, esta masacre se llevó a cabo en Belén con la esperanza de eliminar al recién nacido que los magos habían anunciado como el futuro rey de los judíos.
¿Por qué se gastan bromas el 28 de diciembre?
La fecha asociada con esta matanza es el 28 de diciembre, y en muchos países de habla hispana, esta jornada se ha convertido en el equivalente al Día de los Inocentes en el que se realizan bromas y chistes, en una tradición similar al April Fools' Day (Día de los Inocentes) en los países de habla inglesa.
Es incierto en qué momento el día derivó en una jornada en la que las bromas tomaron protagonismo. Algunos historiadores consideran que tiene origen en Fiesta de los Locos, Fête des Fous, en Francia en la que la gente participaba en desfiles y representaciones teatrales donde se burlaban de las autoridades, se parodiaban las ceremonias religiosas y se realizaban actos cómicos y satíricos. Los participantes a menudo se vestían con disfraces extravagantes y grotescos, y algunos incluso se maquillaban de maneras llamativas.