En invierno, los casos de gripe aumentan considerablemente, al igual que ocurre con otros virus respiratorios. Esto se debe a que el frío y la humedad contribuyen a su transmisibilidad, según los expertos. Asimismo, en invierno tendemos a agruparnos en lugares cerrados en vez de al aire libre.
El último informe oficial apunta que este mes de febrero se ha producido un notable aumento de casos de gripe, por encima de la primera ola que tuvo su pico en diciembre. En concreto, se ha triplicado la incidencia, especialmente en menores de 15 años en Atención Primaria y en mayores de 80 en los hospitales.
En la Clínica Mayo explican que la gripe o influenza "es una infección de la nariz, la garganta, y los pulmones, que son parte del sistema respiratorio". Además, avisan que aunque normalmente la gripe mejora a los pocos días, en algunas ocasiones "sus complicaciones pueden ser mortales".
Por ello, se recomienda a las personas más vulnerables que se vacunen cada año, porque a pesar de no tener "una eficacia del 100 %, reduce las posibilidades de tener complicaciones graves de la infección".
Síntomas de la gripe
- Fiebre.
- Dolor muscular.
- Escalofríos y sudoración.
- Dolor de cabeza.
- Tos seca y persistente.
- Falta de aire.
- Cansancio y debilidad.
- Congestión ogoteo nasal.
- Dolor de garganta.
- Dolor en los ojos.
- Vómitos y diarrea.
¿Cuál es el periodo de incubación de la gripe?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el periodo de incubación del virus de la influencia, es decir, el tiempo que pasas desde que nos infectamos hasta que mostramos los primeros síntomas, es de aproximadamente 2 días, aunque "oscila entre 1 y 4 días".
¿Cómo se transmite la gripe?
El virus de la gripe se transmite a través de gotitas que se desplazan por el aire, cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También hay posibilidad de contagiarse a través del contacto directo con alguna superficie infectada, como son los móviles o teclados del ordenador.
Las personas infectadas son contagiosas desde el día antes a que comiencen los síntomas hasta cuatro días después de que aparezcan. Sin embargo, es posible que personas con un sistema inmunitario débil puedan ser contagiosas durante más días.
