En plena cuenta atrás para las añoradas celebraciones navideñas, el número de contagios por covid no deja de aumentar a nuestro alrededor. A estas alturas probablemente muchos contemos con la pauta completa, algunos incluso con tres dosis, y ya conocemos lo suficiente al virus como para saber que la mascarilla o la distancia de seguridad no han dejado de ser importantes, ¿pero cómo podemos estar aún más seguros antes de sentarnos a cenar?
Los test rápidos de antígenos ya llevan un tiempo a la venta en las farmacias pero su popularidad se ha disparado a la par que la incidencia. ¿Hasta qué punto son una buena medida de control? ¿Sabemos utilizarlos correctamente? En este artículo contestamos a estas y otras preguntas.
¿Son fiables?
Si lo has adquirido por la vía adecuada (son de venta exclusiva en farmacias) la respuesta es sí. La fiabilidad de un test se basa en dos parámetros: la sensibilidad, que es la capacidad de detectar la presencia del virus en sí mismo o mediante la detección de un marcador específico, y la especificidad, que confirma la ausencia de ese marcador.
La Unión Europea recomienda que los test tengan una especificidad no inferior a un 97% y una sensibilidad de al menos el 90%. En las propias instrucciones del test aparecen ambos datos. De nuevo, si lo hemos adquirido por los cauces correctos no debería haber problema, pero también nos podemos fijar en que en el etiquetado aparezca el marcado CE (de la Comunidad Europea) seguido de los cuatro dígitos del organismo notificado que lo ha evaluado.
Con todo, en la página dela Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios(AEMPS) podemos encontrar un listado actualizado de los test comercializados en España.
¿Son tan fiables (o más) que una PCR?
No, la sensibilidad de la PCR es mayor, por lo que sigue siendo la prueba de referencia para realizar los diagnósticos.
¿Pueden dar falsos positivos?
Como hemos visto tienen una especificidad muy alta, similar incluso a la de la PCR, y eso significa que la probabilidad de que una persona sana obtenga un resultado negativo es muy alta. No es común un falso positivo. Pese a todo, tenemos que tener en cuenta que en un test de autodiagnóstico el fallo humano es más frecuente, y la contaminación de la muestra sí podría dar lugar a este tipo de errores.
En cualquier caso, si obtenemos un resultado positivo con o sin síntomas, nos convertimos en un caso sospechoso, por lo que debemos aislarnos y contactar con nuestro médico para poner en marcha la realización de una PCR de confirmación (y diagnóstico, los test rápidos no son aceptados como tal). Y por supuesto, podemos despedirnos de cualquier celebración navideña por el momento.
¿Pueden dar falsos negativos?
Aquí sí entra en juego la menor sensibilidad de los test rápidos de antígenos frente a la PCR, por lo que si no tenemos una carga viral suficiente (por ejemplo durante las fases más tempranas del contagio) existe la posibilidad de que el test no recoja nuestro verdadero estado y nos aparezca un resultado negativo pese a estar ya contagiados… y poder contagiar.
Por este motivo aunque tengamos un resultado negativo debemos seguir actuando con prudencia y si tenemos síntomas o hemos tenido un contacto estrecho con algún caso confirmado es preferible realizar una PCR para obtener un diagnóstico certero y por supuesto evitar cualquier celebración con familia o amigos.
¿Con cuánta antelación debo hacer el test?
Es la pregunta de oro. Los test rápidos nos ofrecen una foto fija de un momento concreto: nos indican si en el preciso instante de realizar la prueba se detecta la presencia del virus en nuestra muestra nasal o en nuestra saliva. El problema es que, como ya hemos dicho, si nos encontramos en una fase muy temprana de la infección es probable que ese resultado cambie en las próximas horas.
Debido a esto el resultado obtenido solo será válido durante el mismo día en que lo realicemos. Esto plantea ciertos problemas en el caso de que no estemos pensando en una única celebración (por ejemplo, Nochebuena y Navidad), o si vamos a juntarnos con diferentes grupos de personas en pocas horas (por ejemplo, vemos a los amigos y después a la familia). Y más aún si nuestros planes navideños implican un desplazamiento en los días previos.
¿Cuándo hacer el test? ¿Antes de salir de viaje o antes de acudir a la cena?
En todos estos casos los expertos proponen hacer varios test. Al fin y al cabo, es la otra ventaja de los test rápidos: en apenas unos minutos podemos obtener su resultado y mantener bajo control nuestro estado.
De hecho, la recomendación de algunos expertos es no realizar un único test, sino varios a la semana, con al menos 24 horas de separación entre ellos.
Creo que he podido contagiarme, ¿cuándo debo hacerme el test?
Si has mantenido un contacto estrecho con un caso confirmado (y recuerda, contacto estrecho significa permanecer durante más de 15 minutos con el caso confirmado sin mantener medidas como la distancia de seguridad o la mascarilla) o si has estado en una situación de riesgo como un evento multitudinario en el que no se hayan cumplido las medidas de seguridad, existe la posibilidad de que te hayas contagiado, pero el test rápido no es útil en una fase muy temprana.
Se denomina periodo ventana al tiempo que transcurre entre la posible exposición y el momento en que podemos confirmar un diagnóstico, y en el caso de los test rápidos de antígenos hay que esperar a que la carga viral sea un poco más elevada. De lo contrario, como hemos visto en otros apartados, es posible que no lo detecte y obtengamos un falso negativo.
Lo correcto es que nos aislemos y que esperemos algunas horas para que el test sea lo más fiable posible. El periodo recomendado es en los primeros siete días tras la posible infección, cinco en el caso de que haya síntomas.
¿Interfieren las variantes en el resultado?
No, los test rápidos de antígenos detectan la infección por cualquier variante, incluida la última en salir a la luz, Ómicron . Eso sí, un test rápido no nos dirá de qué variante nos hemos contagiado, solo si estamos infectados. Para saber el apellido del virus hay que secuenciarlo.
¿Interfiere la vacuna en el resultado?
De nuevo la respuesta es no, al menos si hablamos de test rápidos de antígenos. Existen otros test de autodiagnóstico que se basan en buscar anticuerpos, pero no sirven para detectar una infección activa, solo una posible exposición al virus en el pasado.
Los test serológicos se emplearon durante el primer año de pandemia en estudios seroepidemiológicos que permitían hacer una foto algo más precisa de cuánta gente había pasado realmente la infección, incluso sin darse cuenta.
Al comienzo de la vacunación también hubo un intento de emplear este tipo de test para averiguar si habíamos conseguido generar anticuerpos, para ‘comprobar’ si la vacuna era eficaz. Sin embargo, la respuesta inmunitaria es compleja y la mayoría de los test de anticuerpos no están diseñados para este fin, por lo que su uso es innecesario.