En el hemisferio norte, el otoño comenzará con el equinoccio de septiembre el próximo día 23 de septiembre a las 03:04 horas de la madrugada. Este durará aproximadamente 89 días, llegando a su final a mediados de diciembre junto al solsticio de invierno. Aun así, a diferencia del astronómico, el otoño meteorológico dio comienzo el 1 de septiembre, cuando comenzaron a descender las temperaturas y aumentaron las precipitaciones.
España está pasando por una de las peores épocas de sequía en las últimas décadas y parece que la situación persistirá, ya que este otoño será más cálido y seco de lo habitual. Se espera que la temperatura aumente cerca de grado y medio, que acompañado con menos lluvias podrían empeorar las previsiones climatológicas.
Datos aportados por el el Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio (CEPPM) señalan que las precipitaciones serán más bajas que la media en gran parte de la península y las Islas Canarias, mientras que las zonas mediterráneas podrían padecer vaguadas o danas.
Un otoño climatológico complejo
El próximo trimestre propondrá situaciones meteorológicas complicadas, que hasta ahora no pueden ser pronosticadas de manera precisa. La noche durará cada día más, haciendo los días más cortos y fríos, perdiendo su condición de estación transitoria para acercarse más al verano y al invierno. Prevalecerá la lluvia a nivel general, especialmente en el litoral mediterráneo donde podría ocurrir el descuelgue de gotas frías.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) recalca que este año hidrológico, que transcurre entre desde el 30 de septiembre de 2021 y la misma fecha de 2022, muestra que ha llovido un 26% menos de lo normal. La situación no va a mejorar, ya que en zonas del centro y oeste peninsular existen entre un 40% y un 60% de probabilidades de que "haya menos lluvias de lo habitual".
El primer temporal del otoño
Los restos del huracán Danielle, que ahora se encuentra en la categoría de borrasca, trae consigo el primer temporal de la estación. Varias comunidades se encuentran en alerta amarilla por fuertes lluvias, tormentas e incluso vientos que podrían alcanzar los 40 kilómetros por hora. El cambio de tiempo comenzó el pasado lunes, cuando gran parte de la península sufrió un descenso generalizado de las temperaturas y precipitaciones abundantes.