Para gustos los colores y para adornos navideños también. Da la impresión que cada año vemos los adornos navideños antes. No nos hemos quitado las toallas de verano y ya vemos algún establecimiento con las famosas luces de esta entrañable época del año, lo que en muchas ocasiones genera una extraña sensación entre la indignación, la ilusión y la incomprensión. En otros casos, hay familias que esperan a oír a los niños de San Ildefonso para sacar de la caja el árbol, las bolas, espumillón y demás parafernalia.
Normalmente, se aprovecha algún día libre próximo a la Navidad para decorar nuestros hogares. Pero surge la pregunta de cuándo es la fecha indicada para sacar el arsenal navideño para dar color a nuestras casas.
La religión cristiana establece un día para poner el árbol de Navidad. Se trata de el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción. Esto viene desde 1854 cuando el Papa Pío IX declaró este día como el que la Virgen María "fue preservada por privilegio único de la mancha original desde el primer instante de su Concepción". Lo mismo sucede con el Belén, aunque si queremos hacerlo perfecto, el niño Jesús no debe estar hasta la Nochebuena y los Reyes Magos hasta el 5 de enero.
Otra corriente sugiere que la llegada de diciembre es la fecha para poner los adornos. Así lo hacen muchas ciudades a lo largo del mundo, como es el caso de Nueva York. En España, la tradición del calendario de Adviento también se utiliza para usarla como señal de inicio de la decoración. Por tanto, sería cuatro domingos antes de la Navidad, este año el 27 de noviembre.
Y luego están los grandes establecimientos. Tras la campaña de Halloween, es habitual que comiencen las decoraciones y la venta de productos relacionados con la Navidad. En cualquier caso, no hay una regla fija, así que cada uno se adscriba a la fecha que más le cuadre o guste.