La despedida del verano nos deja una serie de etapas que se conocen como 'veranillos' porque son periodos en los que tradicionalmente no llega el frío más propio del invierno. Uno de ellos es el conocido como 'veranillo de San Martín' que se caracteriza por el pequeño respiro que concede antes de la llegada del duro invierno.
Esta etapa suele llegar a mediados de noviembre y produce un aumento de temperaturas inusual para esa época del otoño y se produce solo en el hemisferio norte. Se produce por una situación anticiclónica en la que no hay nubosidad, ni precipitaciones ni viento. Se llama así porque habitualmente coincide con la festividad de San Martín y unos días después de la festividad de Santa Isabel. Dura unos días y una de las principales características es que la temperatura mínima se suaviza y se incremente en hasta 10 grados de los habitual.
El día 11 de noviembre es el que se celebra San Martín. La leyenda dice que este santo dividió su capa en dos partes para cubrir y abrigar a un mendigo que padecía las bajas temperaturas. En señal de agradecimiento, Dios enviaba una temperatura más agradable durante esos días.
Otro veranillo, el de San Miguel
Según el refranero popular, el llamado veranillo de San Miguel tiene lugar el 29 de septiembre, coincidiendo con el día de San Miguel, que es el que da nombre a este periodo de tiempo.
Esta etapa abarca los últimos días de septiembre y los primeros de octubre, caracterizado por las buenas temperaturas y la ausencia de lluvia, y esta situación es la que podría caracterizar a amplias zonas del país los próximos días.
