La gripe tiene como principal síntoma la fiebre que suele ir acompañada de dolor de garganta, de dolor de cabeza y dolores musculares. Otros indicadores son la fatiga o la tos. En algunas personas puede aparecer diarrea aunque es más habitual en los niños.
Hay que reseñar que no todas las personas que se contagian con la gripe llegan a tener fiebre.
Las cuatro fases de la gripe
Fase 1
La irritación y sequedad en la garganta que normalmente se acompaña de malestar general y picos de fiebre.
Fase 2
Aumentan las mucosidades, nos sube la fiebre y es muy habitual el dolor muscular y de articulaciones. Normalmente se acompaña de falta de apetito. Cuando estos síntomas son muy intensos, esta es la fase en que puede llegar a ser necesario reposo en cama.
Fase 3
Con el paso de los días puede haber una afectación de las vías respiratorias más bajas con una mayor producción acompañada de tos. La tos es productiva cuando va acompañada con expectoración.
Fase 4
La fiebre tiende a ir desapareciendo, aunque persiste el taponamiento nasal, que conlleva que los sentidos del gusto y el olfato no funcionen como es debido. Poco a poco la mucosidad va recuperando su fluidez fisiológica y va siendo eliminada y tras una semana o dos, no quedará ninguna señal de la gripe.
Las razones por las que los expertos esperan una dura temporada de la gripe
Por primera vez desde que hay registros históricos, el virus de la gripe no ha desparecido en los meses en los que no hay incidencia (a partir de abril). La pérdida de inmunidad de muchas personas durante el Covid, debido al uso de mascarillas, son algunas de las razones que llevan a los expertos a temer por una temporada complicada.
José María Eiros, portavoz de la Sociedad Española de Microbiología, asegura en Onda Cero que podría mostrarse una actividad "inusualmente precoz y más elevada": "Después de un silencio de la infección natural de la gripe en las dos últimas temporadas, podría mostrarse una actividad inusualmente precoz y más elevada de la gripe".