El nuevo secretario de Estado de Cultura parece decidido a aumentar el tiempo que los alumnos dedican a leer cada día: "Ponemos mucho empeño en que los chicos hagan deporte en los colegios, pero hemos perdido esa energía o preocupación en la lectura. Hay que volver a destinar el mismo tiempo de Educación Física a la formación y al entrenamiento cultural e intelectual", ha asegurado hoy Fernando Benzo en la Biblioteca Nacional, durante la presentación del informe 'La lectura en España 2017' que ha elaborado la Federación de Gremios de Editores.
El 'número dos' del Ministerio de Cultura responde así a una de las críticas que realizan los editores en su informe: la LOMCE eliminó el mínimo de media hora diaria que la anterior ley educativa -la LOE- asignaba a la lectura. Por este motivo, el presidente de la Federación de Gremios de Editores, Daniel Fernández, asegura que la lectura no ha formado parte de las preocupaciones del sistema educativo y del sistema social: "Hay que volver al libro, hay que fomentar las bibliotecas de aula, que son una de las grandes olvidadas, y hay que retornar a la lectura como elemento trasversal". Enfoque que comparte Benzo al no apostar por una asignatura específica, sino porque los alumnos lean en todas las materias.
Los editores reclaman al Ministerio que ponga ya en marcha el Plan de Fomento de la Lectura que el ministro Méndez de Vigo anunció en julio de 2015. Finalmente, esta iniciativa se incluirá en el 'Plan Cultura 20/20', que se podría presentar en el Congreso de los Diputados a finales de febrero. Urge tomar medidas cuanto antes porque, según los editores, el paisaje después de la batalla contra la "larga y prolongada crisis económica" refleja "un estancamiento claro de los índices de lectura en España". Los datos que arrojan las estadísticas invitan a la reflexión: según el CIS, el 39,4% de los españoles no abrió un libro en 2015. La única cifra que genera cierto optimismo es el aumento de la proporción de lectores frecuentes –los que tienen este hábito al menos una o dos veces por semana-, que ha subido 11,2 puntos en doce años hasta alcanzar el 47,2% de la población española. Con todo, los autores mantienen la cautela porque se está creando una fuerte desigualdad entre los lectores ávidos y quienes apenas tienen interés.
La crisis también ha pasado factura a las bibliotecas públicas: entre los años 2010 y 2014 han desaparecido 234 centros, aunque el descenso no es homogéneo en toda España. Mientras que en Cataluña se han abierto 21 y en Madrid 4, en otras regiones como Extremadura, Valencia y Castilla-La Mancha se han perdido un total de 178. Los autores del informe apuntan la "desigualdad en el acceso a la Cultura" que genera este hecho. Además, el gasto en adquisiciones de fondos ha bajado notablemente –de 1,50 euros por habitante en 2009 a 56 céntimos en 2014-, lo que implica menos préstamos a usuarios y colecciones más viejas.