Los lazos fueron colocados en la madrugada del miércoles al jueves, con motivo del Día de Todos los Santos, y llevan escrito un mensaje que puede referirse a un pasaje del Apocalipsis, pues la K puede significar mil y el libro del Apocalipsis dice que esa cifra, 144.000, corresponde a los "sellados de todas las tribus de los hijos de Israel", es decir, los siervos de Dios que guardan sus mandamientos y, por tanto, encontrarán la salvación.
La edil de Participación del Consistorio toledano, Helena Galán, ha mostrado hoy en rueda de prensa su sorpresa ante esta sucesión de exhibiciones de arte urbano que tienen como escenario las calles del barrio antiguo de Toledo y ha vinculado estos actos con "algún movimiento cultural".
"Mi percepción es que esto va a acabar en algún acto cultural en la ciudad de Toledo y posiblemente sea privado, no público", ha considerado Galán, quien ha añadido que no le importaría participar en un evento cultural de estas características.
La concejala de Participación, que ha defendido este tipo de iniciativas, ha indicado que no le consta que el Ayuntamiento tenga algo que ver en la colocación de estos pequeños objetos.
Los lazos blancos se unen a los pequeños cerdos de yeso, numerados hasta el 666, que aparecieron el pasado 7 de agosto y a los 777 peces, hechos de barro y de reducidas dimensiones, que inundaron las calles del Casco Histórico el 1 de septiembre, en alusión a la leyenda sobre el pez de oro que existe en el transparente de la Catedral Primada.
Ambas exhibiciones urbanas desencadenaron todo tipo de opiniones entre toledanos y visitantes pero todavía nadie se ha atribuido la autoría de estas exhibiciones artísticas en el casco antiguo de la ciudad.