Un Jurado ha declarado esta noche culpables de un delito de homicidio por imprudencia a los padres del niño de tres años y medio que murió en 2013 en Artenara (Gran Canaria) desnutrido y sin que nunca lo llevaran a un médico.
La Fiscalía había solicitado en un primer momento una condena de 15 años de cárcel por homicidio por omisión para Isidro Yeray S.R., de 35, y su esposa, Yurena S.A., de 32, pero tras escuchar que el veredicto del Jurado considera que la muerte del niño fue fruto de una imprudencia, la ha rebajado hasta cuatro años de prisión.
El fiscal César Casarrón ha instado a la Audiencia de Las Palmas a que imponga a ambos la máxima condena prevista para los homicidios imprudentes, en atención a la gravedad de los hechos, y a que les obligue a indemnizar con 60.000 euros a los dos hermanos del menor.
Las defensas también reconocen que sus clientes son autores de una imprudencia grave, pero recomiendan que solo reciban una condena de dos años de cárcel y que el tribunal les permita seguir en libertad, concediéndoles una suspensión de la pena.