No se hablaba de otra cosa, era tal la expectación por conocer los detalles de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva y sobre todo por saber cómo era el vestido de la marquesa de Griñón que España entera estaba pendiente este lunes de la exclusiva de la revista 'Hola!' en la que se podían ver todas las fotografías.
Pero el fenómeno que no se esperaban los responsables de la publicación es que un documento pdf con la revista completa iba a circular desde primera hora de la mañana por todos los grupos de whatsapp y que sólo con darle a descargar ese documento toda persona que lo haya recibido puede ver el contenido completo de la exclusiva sin necesidad de ir al quiosco y adquirir un ejemplar físico pagando 2,70 euros.
Esta filtración supone un perjuicio económico para la emblemática revista del corazón, que, como toda publicación impresa, se ve afectada por el encarecimiento del papel y el auge de los medios digitales y que por la exclusiva se dice que pagó a Tamará Falcó entre medio y un millón de euros.
¿Es delito descargar y compartir ese pdf?
Si descargas y compartes el pdf de una revista o una publicación estás incurriendo en una infracción contra la propiedad intelectual de la revista y de sus autores que puede implicar penas de cárcel o sanciones económicas, según la Ley de propiedad intelectual.
Alazne Lete, abogada especializada en propiedad intelectual, explica a Onda Cero que la persona que lo recibe y lo descarga "está cometiendo una infracción por reproducción", pero la que lo descarga y además comparte con sus contactos incurre en una "infracción del derecho de propiedad intelectual por comunicación pública en su variante de puesta en disposición".
En este caso, al ser el documento pdf completo de la revista a la infracción por la reproducción y comunicación pública se añadiría la de distribución y hay que tener en cuenta además que afectaría a la propiedad intelectual no sólo de los autores de los textos sino también de las fotografías.
Cómo se persigue
El problema que tiene en este caso la revista es identificar a todos los particulares que han incurrido en esta infracción para poder poner una denuncia. En el caso de que sí identificara a alguna de estas personas, es difícil que prosperara hacia un juicio penal porque, según explica Alazne Lete, no se puede demostrar que dicha reproducción y distribución se hiciera con "ánimo de obtener beneficios económicos", más allá del de ahorrarse los 2,70 euros que vale la revista, como sí sería en el caso de que dicha infracción la cometiera otro medio de comunicación que republicara dicho contenido.
La ley de propiedad intelectual contempla penas de seis meses a cuatro años de cárcel en este tipo de delitos y una multa diaria que se fija en función de la renta del infractor y que habría que pagar en cuotas durante 12 a 24 meses.
