En España, sólo una de cada cuatro personas con discapacidad tiene trabajo. Las nuevas tecnologías se han convertido en uno de los grandes aliados para lograr su inclusión al mundo laboral y, por eso, el Instituto de Robótica para la Dependencia ha presentado un nuevo proyecto que, aplicado al sector industrial, fomentará la contratación de este colectivo.
Se trata de un sistema de lavanderías residenciales como las de los centros de mayores y que funcionan con chips inteligentes que guían permanentemente al trabajador.
Una vez hecha la colada, el chip colocado en cada prenda la asocia con su dueño al tiempo que una luz indica la cubeta en la que debe depositarse. Esto permite clasificar y repartir la ropa sin errores, lo que facilita la contratación de personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, además de ahorra tiempo y dinero.
Según el director del Instituto de Robótica para la Dependencia, Juan Oliver, "todas estas ayudas y simplificaciones permiten ganar en eficiencia, calidad y, finalmente, permite adaptar los puestos de trabajo de la lavandería a personas con discapacidad intelectual porque es todo muy sencillo".
El proyecto se ha desarrollado en parte gracias a la X solidaria de la Renta. Ahora este instituto trabaja para dotar de empatía a los robots, que se utilizan para mejorar la autonomía de personas con dificultades cognitivas.