Un juzgado de Lo Social de Murcia ha declarado procedente el despido del trabajador de una empresa que envió a una compañera siete correos electrónicos con la imagen de un pene en erección y que, tras pedirle disculpas, le dijo que no lo había hecho para humillarla, sino como halago y “porque le ponía”.
La sentencia, señala que sus ofensas fueron de especial gravedad por el contexto en el que se produjeron los hechos y, también, por las fotografías, además de tener en cuenta que se amparó en el anonimato “para el hostigamiento, que afectó a la dignidad de la mujer”.
El juzgado que en un principio la destinataria de los envíos pensó que se trataba de un correo basura indiscriminado, pero que después comprobó que iban dirigidos a ella porque en uno de los últimos figuraba una fotografía suya como fondo de pantalla, junto con la imagen del pene, por lo que se lo dijo a su jefe.
Mientras ellas se dirigía a una comisaría a denunciar los hechos, el jefe habló con el trabajador por si conocía algo de lo ocurrido, contestándole que sabía poca cosa, solo lo que ella le había contado.
De inmediato, el ahora despedido la llamó y le pidió que no pusiera la denuncia, ya que quería contarle algo "muy importante" relacionado con el tema.
Cuando ambos se vieron en la sede de la empresa, ubicada en un municipio de Murcia, reconoció lo que había hecho, pidiéndole disculpas y diciéndole que le había enviado los correos como halago, no siendo consciente de que podían hacerle daño.