En un trabajo internacional en el que participan astrónomos vascos

Desvelan el extraño comportamiento de los vientos de la cara oscura de Venus

Los científicos habían asumido que en la noche de Venus ocurre lo mismo que en el día, sin embargo un nuevo estudio constata que no es así: en el lado nocturno el comportamiento de los vientos es marcadamente diferente al diurno.

ondacero.es

Madrid |

Composición de dos imágenes que muestran dos fases de Venus | KTY Toutatis Astronomy Club

Esta es una de las principales conclusiones de un trabajo internacional que se publica en la revista Nature Astronomy, que describe la extraña circulación atmosférica en el lado nocturno de este planeta y en el que participan astrónomos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

Mientras en la Tierra o en Marte la atmósfera rota a un ritmo parecido al del planeta, en Venus, donde los vientos alcanzan velocidades de 360 kilómetros por hora en la cara expuesta al sol, la atmósfera completa en apenas cuatro días una vuelta alrededor del astro, que tarda, sin embargo, 243 días en girar sobre sí mismo.

A esta rotación rápida de la atmósfera se la conoce como "superrotación" y hasta ahora, se desconocía cómo actuaba en el lado oscuro del planeta, en el que "se había asumido erróneamente que ocurría lo mismo que en el iluminado", ha apuntado el responsable del estudio en la UPV/EHU, Javier Peralta.

Ahora, esta investigación internacional ha descubierto, gracias a unas nuevas técnicas de procesado de imágenes, que "tanto las nubes nocturnas como sus movimientos se diferencian de las observadas durante el día".

"Aunque la "superrotación" se mantiene en la noche, parece mucho menos uniformeque durante el día, con una rica variedad de movimientos y con tipos de nubes que nunca habíamos visto, que sufren cambios drásticos e impredecibles de un día para otro", ha abundado el director del grupo de ciencias planetarias de la universidad pública vasca, Agustín Sánchez Lavega.

Otro de los hallazgos del estudio, en la que participa la Agencia Aeroespacial Japonesa (JAXA), el Instituto de Astrofísica y Planetología Espacial italiano (IAPS), el Instituto Nacional Japonés de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada (AIST), y la Universidad Técnica de Berlín, ha sido el descubrimiento de "abundantes estructuras en las nubes que no se mueven", y que han sido interpretadas por el equipo como "un tipo de ondas atmosféricas llamadas estacionarias".

Semejantes a otras encontradas recientemente por la misión espacial japonesa Akatsuki en "Aphrodita Venus", una elevación de terreno localizada cerca del ecuador de Venus, en este caso, las descubiertas, se localizan también en una zona geográfica elevada, pero tienen "tamaños mucho más pequeños, de centenares de kilómetros".

Dado que estas ondas suelen formarse cuando el viento en superficie encuentra obstáculos como una montaña, "verlas constantemente es paradójico, pues la superficie de Venus es muy poco accidentada", ha destacado la universidad pública vasca en una nota.

El estudio ha sido publicado en la revista Nature Astronomy y se nutre del análisis efectuado por el instrumento infrarrojo VIRTIS que portó la misión espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) Venus Express, en sus ocho años orbitando el planeta (2006-2014), así como de las observaciones independientes efectuadas en 2015 por un equipo japonés usando el telescopio IRTD de la NASA en Hawai.