Los hechos, de los que ha informado el departamento vasco de Seguridad, 16 días después de que sucedieran, ocurrieron el pasado 11 de septiembre cuando la policía vasca recibió el aviso de una posible agresión machista en la localidad citada localidad vizcaína.
Las patrullas desplazadas al lugar contactaron con una mujer quien les comunicó que acababa de ser agredida por su pareja, quien le había arrojado un manojo de llaves contra la cara, causándole diversas lesiones.
Mientras procedían a la identificación y arresto del presunto agresor, un hombre de 47 años, los ertzainas detectaron un fuerte olor a marihuana proveniente del sótano de la vivienda, una dependencia cerrada con una llave a la que no tenía acceso la mujer, precisa Seguridad en un comunicado.
Ante la posibilidad de la existencia de un cultivo de dicha planta estupefaciente en la casa, la Ertzaintza solicitó una orden judicial de registro de la vivienda, lo que se llevó a cabo esa misma tarde.
En el registro, los agentes localizaron una plantación con 238 plantas de marihuana, alrededor de 5 kilos de cogollos de la misma sustancia, 140 gramos de hachís, diverso material para el tratamiento, manipulación y prensado de la droga y una caja de caudales en cuyo interior se encontraron 400 gramos de cocaína, 3.000 euros en metálico, 4 cartuchos de revólver del calibre 357, y tarjetas de crédito de la víctima.
Por este motivo la Ertzaintza, además del delito de violencia de género, imputó al arrestado un delito de tráfico de sustancias estupefacientes.