Según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía, el local donde se detuvo al anciano anunciaba en Internet servicios sexuales por parte de jóvenes asiáticas, y el anciano había alquilado una habitación para su encuentro con la menor.
Dos ciudadanos chinos, responsables del prostíbulo y que se encargaban de controlar y cobrar por los servicios sexuales que ofrecían seis mujeres de la misma nacionalidad, también han sido detenidos.
El inmueble donde se ofrecían los servicios sexuales es una vivienda de dos plantas donde los agentes localizaron a seis mujeres chinas que ejercían la prostitución y que estaban desprovistas de cualquier tipo de documentación.
Para estar disponibles para los clientes las 24 horas, las mujeres se alojaban hacinadas en una pequeña estancia que no reunía las mínimas condiciones de habitabilidad.
En una de las habitaciones los agentes se encontraron a un hombre de 78 años y en el interior de un armario, oculta y desnuda, hallaron a una asustada adolescente de 15 años.
Al ser descubierta, la menor informó a los policías que el anciano la había llevado al lugar para realizar prácticas sexuales, y que la obligó a encerrarse al detectar la presencia policial en el local.
La chica indicó que conocía al hombre por la relación sentimental que mantiene con una de sus hermanas y que, tras ganarse su confianza, la instó a realizar con él prácticas sexuales bajo la amenaza de difundir públicamente unos vídeos íntimos que decía poseer de su hermana, a lo que la chica accedió para proteger a su hermana.
Al anciano detenido se le imputan los delitos de abuso sexual a menor y corrupción de menores, mientras que los dos ciudadanos chinos detenidos han sido imputados por delitos relativos a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores.