El detenido se comunicaba con Patrick durante la ejecución del crimen, dándole consejos de cómo proceder para descuartizar los cuerpos antes de introducirlos en los sacos de plástico. El contacto entre los dos era por teléfono. Patrick utilizó WhatsApp. Le envió algunas fotos de los cuerpos mutilados, y le preguntaba cómo podría deshacerse de los cuerpos.
Según cuenta la prensa brasileña, Reinaldo Nóbrega uno de los encargados de la investigación de este caso, el joven detenido ha reconocido su implicación en el crimen y se ha mostrado arrepentido, colaborando en la investigación.