Según ha informado el cuerpo este domingo en un comunicado, a las 06.40 horas del viernes un ciudadano vio a un vehículo al que faltaba un neumático del lado izquierdo circulando por la A-2 en Cornellà y cuya llanta iba rozando el asfalto, por lo que intentó avisarlo y pararlo pero el conductor no lo hizo y siguió hacia la C-55.
Una patrulla de los Mossos consiguió que el conductor parara al paso de esta carretera por Abrera y le realizó la prueba de alcoholemia, en la que dio 1,01 miligramos por litro de aire expirado, cuando la normativa establece un máximo de 0,25.
El resultado de la prueba llevó a la policía catalana a denunciar penalmente al hombre, de nacionalidad española y vecino de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), por conducir bajo el efecto de bebidas alcohólicas, con la obligación de presentarse en sede judicial.
Asimismo, fue denunciado por conducción temeraria, ya que estuvo a punto de chocar con vehículos que circulaban en el sentido contrario al suyo en la C-55 al invadir varias veces su carril.