Los hechos ocurrieron el pasado 22 de abril, cuando un indicativo policial se desplazó hasta la estación de autobuses de la calle Miranda, donde el conductor de un autobús que cubría la ruta Santander-Madrid, había solicitado la presencia de la Policía ante un problema originado por un viajero.
Una vez allí, los agentes se entrevistaron con una joven que refirió a los agentes que había subido al autobús en Torrelavega y se había sentado en el asiento de ventanilla, teniendo a su lado a un hombre de mediana edad.
Durante parte del trayecto, se quedó dormida, aunque se despertó al notar que alguien le tocaba la parte interna del muslo de su pierna izquierda, constatando que era el varón del asiendo contiguo, quien al verse sorprendido se puso nervioso y retiró inmediatamente la mano.
Como en un primer momento se sintió impactada por lo ocurrido y no sabía qué hacer, la mujer optó por cambiar de asiento para tratar de tranquilizarse, aunque al llegar a Burgos tomó la determinación de decir en voz alta lo que acababa de ocurrir, con el ánimo de hacerle sentir vergüenza al autor de los tocamientos y que el resto de los pasajeros se enterase.
Acto seguido y ante la declaración de la víctima, los policías se entrevistaron e identificación al hombre, que en ningún momento negó lo ocurrido, motivo por el que fue detenido y puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito de abusos sexuales.
La Policía Nacional recuerda que ninguna mujer debe tolerar este tipo de actitudes, tampoco cuando como en algún caso reciente ocurrido en esta ciudad el autor sea una persona de mediana o incluso de avanzada edad, por ello es imprescindible denunciar para evitar que estos actos queden impunes sin ninguna consecuencia para el agresor.