El capitán José María Zaldive, de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Almería, ha explicado a los periodistas el calvario por el que pasó la mujer, que se encontraba en el país de forma "irregular" y en una alta "situación de vulnerabilidad", y había sufrido malos tratos de una pareja anterior.
El Instituto Armado asegura además que K.K. ejercía como proxeneta de la víctima: "Aunque negaba y repudiaba que se dedicara a la prostitución, hemos podido demostrar por testificales que él mismo la llevaba hasta los locales, la recogía e incluso permanecía allí mientras la ejercía", ha sostenido Zaldive.
"De hecho ella se encontraba muy aislada, no hablaba español, no tenía relaciones socialesy él le controlaba todas las relaciones que tenía", ha explicado el portavoz tras concretar que el detenido presuntamente asfixió a su pareja en su casa de Roquetas de Mar (Almería), posteriormente tiró su cuerpo a un contenedor de basura y luego denunció que se había ido de la vivienda.
Como muestra de la situación en la que se encontraba la víctima ha indicado que aunque no se habían ordenado medidas de protección respecto a K.K., había sufrido malos tratos de una pareja anterior, que tenía impuesta una orden de alejamiento.
Ha relatado cómo tras recuperar el cadáver del vertedero de Gádor, fue posible identificarlo "gracias a la propia denuncia del posteriormente detenido, el cual relataba que su pareja había abandonado el domicilio común que mantenían en Roquetas". "Tras ver las grandes incongruencias que el detenido mantenía en su manifestación, conseguimos varios testigos que desmontaban la coartada que el autor tenía", ha incidido.
Ante las sospechas, el detenido daba a la Guardia Civil pistas falsas y llegó a comunicar "mientras estaba en Madrid intentando huir en avión", que la fallecida estaba en Murcia y que esa misma tarde él iba a acompañarla hasta dependencias oficiales. Los agentes lograron averiguar que el autor pensaba huir a Marruecos en un vuelo desde el aeropuerto madrileño de Barajas, donde fue detenido.
En el propio aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas confesó que había cometido el crimen, y llegó a decir que lo había hecho por celos, aunque Zaldive afirma que por ahora no se puede "dar credibilidad ni a una versión ni a otra".