La investigación arrancó en abril de 2017 tras la denuncia de una madre en el correo denuncias.pornografia.infantil@policia.es, en la que alertaba del contacto de su hija, una menor de 13 años, con una persona que decía tener una agencia de modelos.
Este individuo, un varón de 24 años residente en la Comunidad de Madrid y con numerosos antecedentes, insertaba anuncios falsos de una conocida marca de lencería en busca de chicas, según un comunicado de la Policía.
La investigación reveló que el sospechoso había estado acosando una segunda menor de 12 años en la provincia de Alicante y fue detenido. En el registro de su domicilio los agentes identificaron a otras ocho menores, de entre 12 y 16 años, que habían respondido a
su falso anuncio en distintas provincias españolas.
En paralelo, la Policía descubrió que la menor que originó la investigación había sido acosada a través de las redes sociales por otros individuos diferentes después de haber subido varias fotos de su rostro y cuerpo en posturas sugerentes. En total fueron identificadas nueve personas que habían solicitado y obtenido material sexual de esa menor. Uno de ellos llegó a concertar un encuentro con ella y a mantener relaciones sexuales.
La Policía asegura que la investigación ha revelado las diferentes estrategias que usaban los acosadores para conseguir sus objetivos. Uno de los detenidos, de 33 años y residente en Tenerife, se hizo pasar por una mujer para ganarse la confianza de la menor, le dijo
que tenía una enfermedad terminal y que su último deseo era que conociera a su supuesto mejor amigo.
En Tarragona fue detenido otro varón de 26 años que había enviado a la menor fotografías de sus genitales y cuya estrategia se basó en "banalizar las relaciones sexuales entre personas de distintas edades". En el registro de su domicilio descubrieron que había acosado a otra menor de 14 de años.
Otro varón de 29 años detenido en Ciudad Real trató de "dar pena" a la víctima después de haber asumido un rol de confidente y consejero. También en este caso, durante el registro, se identificó a una segunda víctima. Del resto de los detenidos, tres residían en la provincia de Valencia y uno en Badajoz.
En la última fase de la investigación los agentes constataron que el primer arrestado, de Madrid, había vuelto a insertar anuncios en redes sociales con el mismo "modus operandi".
Aunque tras la primera detención sus progenitores le retiraron el material informático a su alcance, éste logró conectarse a través de una consola de videojuegos. Cuando fue detenido, admitió que no podía detener su conducta compulsiva.